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Trayectorias

Por el camino del conocimiento

El físico Adenauer Casali creó un método destinado a medir el nivel de conciencia de personas que padecen daño cerebral

Daniel BuenoAdenauer Casali, un gaúcho de 35 años, posee una trayectoria académica bastante singular. Graduado en física en la Universidad Federal de Santa Maria, hizo su maestría en la Universidad de São Paulo en el área de cosmología con modelos de la teoría de cuerdas en 2003, bajo la dirección del profesor Elcio Abdall. Luego le aprobaron un proyecto de doctorado en la misma línea de investigación. “Durante ese lapso de tiempo, yo había publicado algunos artículos, pero me decepcioné un poco con el rumbo de la física teórica en Brasil, dominada por el paradigma de la teoría de cuerdas”, comenta Adenauer. “Es un área de mucha abstracción matemática, donde no se vislumbraba la posibilidad poner a prueba la teoría experimentalmente”. Poco a poco, su motivación para seguir con sus investigaciones en el área se desvaneció y así fue como abandonó la física. “Volví a Rio Grande do Sul y decidí que iba a dedicarme a entender un poco el mercado financiero”, relata. Durante un año y medio se dedicó a estudiar el mercado de derivados. “Pero mantenía su interés en la ciencia y desarrollaba proyectos en el área de información cuántica, cuando surgió una oportunidad de irse a Italia”. En esa ocasión, su mujer, a quien había conocido durante su carrera, había ido a hacer un doctorado sándwich en Milán. Entonces aprovechó la oportunidad y presentó un proyecto con duración de un mes ante una escuela de información cuántica de la localidad de Trieste.

Al concluir ese período, conoció al profesor Marcello Massimini, de la Universidad de Milán, quien estaba erigiendo un laboratorio de estimulación magnética transcraneana y electroencefalograma, y necesitaba contar con alguien que se encargara de la programación de las herramientas de procesamiento y análisis de señales. “Como yo había aprendido programación en la facultad, acepté la propuesta”, comenta. Durante alrededor de un año, desarrolló programas para el laboratorio, y a partir de 2007, lo contrataron como investigador. “Me percaté del enorme potencial de esa técnica y decidí estudiar fisiología. A comienzos de 2009, presenté un proyecto científico de doctorado en el área.”

Adenauer Casali: universos distintos

Adenauer CasaliAdenauer Casali: universos distintosAdenauer Casali

Durante su doctorado, que defendió en enero de 2012 en la Escuela de Medicina de la Universidad de Milán, Adenauer desarrolló en colaboración con Massimini un nuevo método destinado a medir el nivel de conciencia de las personas que padecen daño cerebral. “Es una medida objetiva que funciona como una escala del nivel de conciencia”, dice.

Este método, denominado PCI (índice de complejidad perturbacional), llegó a la portada de la revista Science Translational Medicine en su edición del 14 de agosto. “La publicación llamó la atención de grupos europeos y americanos con respecto al uso de esta técnica en la investigación clínica, no solamente para medir el nivel de conciencia, sino también para ayudar en el diagnóstico y el pronóstico de otras condiciones, en las cuales ciertas áreas del cerebro pueden estar alteradas, como en la esquizofrenia y la depresión, por ejemplo”, relata. De regreso a Brasil, en 2012, siguió colaborando con grupos extranjeros como el de Milán, la Universidad de Liège, en Bélgica, y la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, pues la técnica no se emplea aún en la investigación clínica en Brasil. Desde julio de este año, luego de recibir una invitación de la profesora Maria Cláudia Irigoyen para trabajar con procesamiento de señales cardíacas, lleva adelante un posdoctorado en el Instituto del Corazón (InCor).

Para Adenauer, lo que le permitió transitar por universos tan disímiles fue la flexibilidad que adquirió con su formación en ciencias exactas. “Aprendí a trabajar con datos de manera organizada, algo común a diversas áreas del conocimiento.”

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