La piel de las larvas del pez cebra (Danio rerio), mundialmente conocido por su nombre en inglés, zebrafish, puede llenarse de puntos verdes luminosos cuando queda expuesta en los laboratorios científicos a la acción de drogas o agentes contaminantes. Ello se debe al efecto de una enzima de demarcación fluorescente que virtualmente transforma a los peces en sensores ambientales o, como en este caso, en auxiliares para el estudio del efecto antiinflamatorio de una molécula candidata a convertirse en medicamento aislada en el veneno de otra especie.
Imagen enviada por Geonildo Rodrigo Disner, investigador que realiza una pasantía posdoctoral en la Plataforma Zebrafish del Instituto Butantan
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