El 26 de noviembre, en la antevíspera de su presentación en el Segundo Encuentro Internacional de Edición de Genomas Humanos, que se llevó a cabo en Hong Kong, el biofísico chino He Jiankui, de 34 años, sorprendió al mundo al anunciar que había creado a los primeros bebés, un par de gemelas, con genomas alterados exprofeso. Valiéndose de la técnica de edición de ADN denominada CRISPR-Cas9, He Jiankui declaró que había modificado un gen (el CCR5) en los embriones que se le implantaron a una mujer y cuyo resultado fue el alumbramiento de dos bebitas con una alteración que las torna resistentes a la infección por VIH, el virus del sida. Él no reveló el nombre de los progenitores de las bebas (el padre sería seropositivo), ni dónde se habría realizado el supuesto procedimiento. Solamente mencionó que las recién nacidas estaban bien. Tampoco produjo ninguna evidencia independiente, como sería un artículo publicado en alguna revista científica con evaluación por pares, de haber llevado a cabo el polémico procedimiento, cuestionable desde diversos puntos de vista, tanto ético como legal y de salud. La técnica denominada CRISPR-Cas9 es prometedora, pero aún se encuentra en fase experimental. Existen riesgos de que su empleo produzca, además de las alteraciones deseadas, mutaciones perjudiciales. En el marco del encuentro científico, el 28 de noviembre, el biofísico se mostró “orgulloso” de haber realizado el procedimiento y aseguró que hay otra mujer que espera un bebé con la misma modificación. La comunidad científica consideró al supuesto experimento como algo antiético, irresponsable e innecesario (existen formas más simples y seguras de evitar la transmisión del VIH a un bebé). Las autoridades chinas consideraron además que el experimento de He Jiankui es ilegal y antiético y suspendieron sus actividades académicas. El investigador daba clases en la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur, en la ciudad de Shenzhen, y comandaba dos biotechs. En los días posteriores al evento, un periódico chino informó que el científico estaría desaparecido, aunque la universidad lo niega.
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