La Universidad de Melbourne, en Australia, registró 11 denuncias de mala conducta sexual contra empleados y docentes en 2022. Nueve de ellas fueron investigadas formalmente y derivaron en el despido de cuatro personas y la apertura de expedientes disciplinarios contra otras dos. En la mayoría de los casos, las acusaciones procedían de mujeres –empleadas y estudiantes– y estaban dirigidas a varones. Las cifras aparecen en la segunda edición del informe anual sobre inconducta sexual de la universidad, publicado a finales de marzo. La institución registró 20 denuncias contra estudiantes, con un saldo de siete suspensiones.
“Esperamos que las medidas que estamos adoptando y la transparencia que le estamos imprimiendo a este asunto contribuyan a aumentar la confianza en nuestros sistemas y procesos destinados a erradicar este problema del seno de nuestra comunidad”, dijo Nicola Phillips, rectora de la institución. Según declaró, más de 4.500 empleados de la institución han participado de un programa educativo diseñado para promover un ambiente seguro y respetuoso en la universidad. Los casos de acoso sexual son habituales en las escuelas de educación superior australianas. Una investigación que se llevó a cabo en 2022 y en la que participaron 44.000 alumnos de carreras de grado del país, reveló que el 1,1 % de ellos habían sufrido abuso sexual durante los 12 meses previos a la encuesta: el índice se eleva a un 5 % a lo largo de la vida universitaria (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 316). Según surge del sondeo, más de un 85 % de los agresores fueron de sexo masculino, y un 5 % eran empleados de las universidades.
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