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Buenas prácticas

Una investigación muestra la incidencia del acoso y el abuso sexual en las universidades de Australia

Una encuesta en la que participaron 44.000 estudiantes universitarios de Australia reveló que el 1,1 % de había padecido abuso sexual en los 12 meses previos a la investigación, y ese índice sube a un 5 % a lo largo de toda la carrera universitaria. En su mayoría –el 95 % de los agredidos– no presentaron denuncias formales, en general, porque no conocían los canales institucionales para realizarlas.

La incidencia del acoso sexual fue mayor: uno de cada seis estudiantes informó episodios de acoso y la mitad de los casos ocurrieron en los 12 meses previos a la encuesta, llevada a cabo por Universities Australia (UA), que representa a 39 instituciones de educación superior del país.

Entre los casos de acoso sexual informados, el 43 % se perpetró en las instalaciones de los campus, un 26 % en lugares cercanos a las universidades, tales como clubes y bares, y un 25 % en alojamientos para estudiantes, entre otros sitios. Los estudiantes de sexo femenino, transgéneros y no binarios sufrieron más abusos y acosos que los de sexo masculino. De igual manera, los alumnos homosexuales y bisexuales estaban sobrerrepresentados entre los agredidos. Según el informe, más del 85 % de los agresores correspondía a varones y un 5 % a no docentes de las universidades.

La Universidad Nacional Australiana (ANU), una institución pública con sede en la capital nacional, Canberra, fue una de las que registró los peores índices negativos de la investigación, con un 26,1 % de sus alumnos informando episodios de acoso y un 12,3 % de abuso sexual a lo largo de la vida académica, ambos muy superiores a la media nacional. En un comunicado, el vicerrector de la ANU, Brian Schmidt, dijo que, pese a la alta cifra de estudiantes que sufrieron acoso y abuso, la institución registró el mayor porcentaje de alumnos que sabían dónde denunciar y cómo buscar asistencia, algo que atribuye a la labor emprendida en los últimos años para combatir el problema.

Desde 2005, la universidad proporciona, a través de su Centro de Crisis por Violación, módulos de capacitación en prevención de ataques sexuales a los estudiantes alojados en residencias estudiantiles. Según Schmidt, de aquí a dos años, la totalidad de los 20.900 alumnos de la universidad habrá recibido formación obligatoria sobre el significado del consentimiento en una relación sexual. “Los resultados de la encuesta son muy duros para nuestra comunidad y no puedo dejar de pensar en las víctimas sobrevivientes, en sus familiares y en los profesionales que trabajan con tanto ahínco para brindarles apoyo”, dijo el vicerrector, según el servicio público de noticias de la Australian Broadcasting Corporation.

Para el presidente de la UA, John Dewar, los resultados son “angustiantes y decepcionantes”, porque no han mejorado en comparación con un estudio realizado hace cinco años. “Tenemos que seguir trabajando duro para prevenir el acoso y los ataques sexuales, y eliminar las actitudes destructivas que fomentan estos delitos dentro de nuestras universidades”, dijo, en declaraciones a la revista Times Higher Education.

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