El ejemplar más antiguo de esfenodonte del hemisferio sur fue hallado en el municipio de Candelária, en la región central del estado de Rio Grande do Sul (Scientific Reports, 14 de agosto). Ese reptil, al cual se lo conoce como tuátara, integra un grupo emparentado con los lagartos, serpientes y anfisbenas (culebras ciegas). A partir del estudio de los dientes fosilizados del premaxilar y de la mandíbula hallados en rocas de la formación geológica Santa Maria, paleontólogos de Brasil, Argentina, Estados Unidos y Canadá describieron una nueva especie de esfenodonte, Clevosaurus hadroprodon, que habría vivido durante el período Triásico, entre 237 y 228 millones de años atrás. Su nombre científico hace referencia a la presencia de un diente grande y prominente, similar a un canino, una característica que no está presente en otras especies de ese género. Esta es la segunda especie de esfenodonte que se halló en aquella región gaúcha. La primera fue Clevosaurus brasiliensis, cuyos vestigios fueron extraídos de la formación Caturrita, algo más reciente que la de Santa Maria. “C. hadroprodon era un animal pequeño, con un tamaño similar al de una lagartija doméstica”, comenta la paleontóloga Annie Schmaltz Hsiou, de la Universidad de São Paulo (USP), campus de Ribeirão Preto, coordinadora del grupo que estudió el fósil. Los esfenodontes, unos animales muy parecidos a los lagartos, prácticamente se extinguieron. Hoy en día solamente existe una especie viva, Sphenodon punctatus, que habita en Nueva Zelanda. Los esfenodontes poseían tres ojos, incluyendo un pequeño ojo parietal en el centro de la frente, recubierto por escamas y que no registraría imágenes, pero sería sensible a la luz.
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