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Tapa

Un meteorito en el estado de Piauí

El cráter de Santa Marta fue abierto por la caída de roca espacial

Sandro CastelliEntre los poco más de una decena de cráteres relevados en suelo brasileño, siete se ha comprobado que surgieron a causa de la caída de meteoritos o cometas. El que se hizo acreedor a ese reconocimiento en forma más reciente es el de Santa Marta, una estructura circular con un diámetro de alrededor de 10 kilómetros, cercana a la localidad de Gilbués, en el sur del estado de Piauí. En el marco del 76º Encuentro Anual de la Sociedad Meteorítica, llevado a cabo entre finales del mes de junio y comienzos de agosto en Canadá, los geólogos Alvaro Penteado Crósta, de la Universidad de Campinas (Unicamp), y Marcos Alberto Rodrigues Vasconcelos, posdoctorando con una beca otorgada por la FAPESP, presentaron evidencias de que esa cicatriz en el relieve nordestino efectivamente fue producto de la colisión de un meteorito.

Los científicos visitaron el cráter al final del año pasado y recogieron muestras de rocas sedimentarias que exhiben registros macroscópicos y microscópicos del impacto de un cuerpo celeste: los denominados conos astillados o shatter cones, unas estructuras estriadas que se asemejan a la punta de un árbol de Navidad, y deformaciones planas en cristales de cuarzo. “Todavía no sabemos con certeza la edad del cráter”, afirma Crósta, quien pronto publicará un artículo científico con otros detalles acerca del trabajo. Los expertos estiman que Santa Marta se formó entre 145 y 300 millones de años atrás, pues allí se encontraron rocas sedimentarias datadas entre el período Cretácico y el inicio del período Carbonífero.

El núcleo del cráter de Santa Marta, en Piauí: el séptimo en Brasil surgido debido al impacto de una roca celeste

Alvaro Penteado CróstaEl núcleo del cráter de Santa Marta, en Piauí: el séptimo en Brasil surgido debido al impacto de una roca celesteAlvaro Penteado Crósta

La ubicación del nuevo cráter, que fue registrada por primera vez en los mapas cartográficos en la década de 1970 y posteriormente en imágenes satelitales, despierta la curiosidad de los investigadores. Al fin de cuentas, Santa Marta se encuentra en un área relativamente cercana a la de las formaciones comprobadamente surgidas a causa de impactos de rocas espaciales: los cráteres de Serra da Cangalha, en el estado de Tocantins, y Riachão, en el de Maranhão. Los tres están comprendidos dentro de la cuenca del río Parnaíba, y el grupo de la Unicamp las está estudiando más minuciosamente, en colaboración con colegas del Museo de Historia Natural de Berlín.

La cantidad de cráteres hallados en Brasil es pequeña si se la compara con los identificados en el mundo, que suman más de 180, con gran concentración en Norteamérica, Australia y Europa. Esto no quiere decir que aquí hayan caído pocos meteoritos o cometas. Efectivamente caían, pero sus vestigios se perdieron o simplemente no han sido hallados. “Aún contamos con escasa investigación en esa área”, comenta Crósta.

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