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BIOQUÍMICA

Un nuevo biocatalizador puede ser más eficiente para romper la molécula de agua

Científicos de la Universidad de São Paulo arrojan luz sobre una reacción fundamental en la producción de hidrógeno combustible

Un investigador manipula la célula electroquímica utilizada en el experimento

Léo Ramos Chaves / Revista Pesquisa FAPESP

Un experimento que se llevó a cabo recientemente en Sirius, la fuente de luz sincrotrón brasileña del Centro Nacional de Investigaciones en Energía y Materiales (CNPEM), con sede en Campinas, en el interior del estado de São Paulo (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 269), logró demostrar de qué manera un determinado catalizador biológico descompone con más eficiencia la molécula de agua (H2O) mediante un proceso de electrólisis. Esta reacción, un proceso electroquímico que utiliza la electricidad para descomponer el agua en sus elementos constituyentes, es de gran interés pues como resultado, además de oxígeno, se obtiene hidrógeno, al que muchos expertos señalan como el combustible del futuro, ya que su utilización no implica emisiones de gases contaminantes (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 314).

“Hemos descubierto que algunas enzimas presentes en la naturaleza, entre ellas la bilirrubina oxidasa [BOD], cuando se manipulan en laboratorio, pueden acelerar la reacción de descomposición del agua”, dice el químico Frank Nelson Crespilho, docente del Instituto de Química de São Carlos de la Universidad de São Paulo (IQSC-USP) y coordinador de la investigación. “No sabíamos por qué ocurría esto. Gracias a un nuevo dispositivo desarrollado especialmente para el Sirius, pudimos observar cómo se comporta esta enzima, la BOD, cuando está presente en el proceso de oxidación del agua. Pudimos comprobar que los átomos de cobre en su interior son relevantes en esta reacción”.

Crespilho espera que este avance constituya el punto de partida para que la ciencia se inspire en el segmento de la enzima que promovió la aceleración de la reacción. “Es interesante conocer las regiones importantes de la BOD pues ahora los químicos sintéticos que trabajan en la producción de materiales pueden copiar esa parte y sintetizarla en laboratorio. Esto hará que el costo del catalizador sea mucho menor y con mayores posibilidades de aplicación”, dice el investigador. En general, los catalizadores utilizados en este proceso se fabrican con metales nobles, como el platino y el iridio, que son más caros, lo que acaba haciendo inviable su aplicación a gran escala. Un artículo detallando el experimento, redactado por el equipo de Crespilho, que incluye a los investigadores Graziela Sedenho, Rafael Colombo, Thiago Bertaglia y Jessica Pacheco, salió publicado en octubre en la revista Advanced Energy Materials. El trabajo contó con la participación de científicos del Laboratorio Nacional de Luz de Sincrotrón (LNLS).

Investigadores de todo el mundo buscan nuevos catalizadores para la reacción de oxidación del agua

La bilirrubina oxidasa se extrajo del hongo Myrothecium verrucaria, que suele hallarse presente en el suelo y en plantas. Cuando se la manipula en el laboratorio, participa en la reacción de descomposición del agua, algo que no ocurre espontáneamente en la naturaleza. Dentro del reactor, la enzima trabaja más concretamente en la formación de oxígeno molecular, que es una de las dos reacciones necesarias para la rotura de la molécula de H2O. La otra es la generación de hidrógeno. Ambas se producen en forma concomitante. “Para la producción de hidrógeno, que tiene lugar en un lado del reactor, todo el proceso ya se conoce mejor. Existen catalizadores más baratos y eficaces. Sin embargo, la otra reacción, que es la de oxidación del agua, es muy lenta, por lo que investigadores de todo el mundo se han abocado a la búsqueda de buenos catalizadores para ello”, explica Crespilho.

La observación con un nivel de detalle muy elevado del comportamiento de la enzima durante la reacción bioelectroquímica solamente fue posible gracias a la infraestructura del Sirius. En el ensayo se utilizó el haz de luz de la estación experimental Tarumã, de la línea de luz Carnaúba, que todavía se encuentra en fase de puesta en marcha científica, es decir, de pruebas, desarrollo técnico, rutinas y estrategias experimentales.

“En esta fase se abordan diversos tipos de experimentos y temas científicos con el propósito de demostrar el potencial de la línea de luz”, dice el físico e investigador Helio Cesar Nogueira Tolentino, jefe de la División de Materia Heterogénea y Jerárquica del LNLS. De las 14 líneas iniciales previstas para Sirius, siete ya están funcionamiento. Cada una de ellas opera en un rango de energía diferente y utiliza una técnica principal. Las siete están abiertas a científicos de Brasil y del exterior.

Léo Ramos Chaves / Revista Pesquisa FAPESPMonocromador: un dispositivo que forma parte de la línea de luz Carnaúba del Sirius, donde se llevó a cabo el estudioLéo Ramos Chaves / Revista Pesquisa FAPESP

En actividad desde la segunda mitad de 2021, la línea de luz Carnaúba es la más extensa de Sirius. Fue diseñada para realizar espectroscopía de absorción de rayos X y permitir la realización de experimentos con diferentes materiales a escala nanométrica. Además de la potente línea de luz que produce un haz superconcentrado, el grupo de Crespilho pudo utilizar un dispositivo desarrollado recientemente por el equipo del LNLS centrado en el área bioquímica.

“Se trata de una célula electroquímica para experimentos in situ. Se la coloca delante del haz de rayos X, que incide sobre el material por estudiarse en el momento en que se produce una reacción química. Con esta célula también podemos aplicar una potencial eléctrico y medir la corriente o aplicar corriente y medir el potencial, es decir, podemos ver cómo responde el material a estos estímulos externos. Y todo ello mientras se produce la reacción química”, explica el físico Itamar Tomio Neckel, investigador del grupo Carnaúba del LNLS y principal desarrollador de la nueva célula electroquímica, un pequeño dispositivo que cabe en la palma de la mano.

El mayor reto, según el investigador, es miniaturizarlo todo, porque las reacciones deben producirse en un espacio físico muy limitado. Al mismo tiempo, es necesario simular las condiciones existentes en los laboratorios de los distintos usuarios. El haz de luz de la línea Carnaúba tiene una dimensión 100 veces menor que un cabello, según los investigadores, y se convierte en una nanosonda de rayos X.

Alexandre Affonso / Revista Pesquisa FAPESP

La gran diferencia reside en que el equipo permite el mapeo del material en el experimento in situ, o sea, la visualización del estado del material –en el caso del artículo, el cobre– en las diferentes etapas de la reacción química. “En los experimentos in situ, estudiamos la cinética en tiempo real. Producimos una reacción electroquímica y estudiamos todas las etapas de la reacción utilizando un microscopio que proporciona información sobre la estructura y el estado químico de los elementos que están allí en tiempo real”, explica Nogueira Tolentino. “Los experimentos permitieron comprender este proceso de bioelectrocatálisis, de gran importancia para la producción de hidrógeno. Se abre así otra ventana de posibilidades para la producción de hidrógeno mediante una reacción que es bastante sencilla y en la que intervienen materiales comunes”.

El trabajo del equipo de Crespilho formó parte de una tanda de alrededor de 30 proyectos externos al LNLS contemplados en un llamado a la presentación de propuestas para la realización de los experimentos de puesta en marcha de la estación, lanzada en octubre. El artículo publicado por el grupo del IQSC-USP fue el primero en el área de bioelectroquímica, pero ya se han realizado otros experimentos en la línea, entre ellos el de un grupo de Argentina, y están a punto de publicarse.

“Los resultados obtenidos por el grupo de la USP en colaboración con el CNPEM muestran el potencial de los estudios electroquímicos in situ acoplados a la radiación sincrotrón para dilucidar los mecanismos presentes en las reacciones importantes de biocatálisis”, dice la química Ana Flávia Nogueira, del Instituto de Química de la Universidad de Campinas (Unicamp), quien no forma parte del equipo de Frank Crespilho. La investigadora pone de relieve lo inédito del uso de esta técnica y su potencial para el estudio. “En esta investigación se pudieron identificar sitios catalíticos de cobre a escala nanométrica. El trabajo mancomunado le demuestra a la comunidad brasileña cómo nuestros investigadores pueden beneficiarse de las técnicas avanzadas disponibles en el Sirius, y eso puede proporcionarnos relevancia y reconocimiento mundial en la caracterización de materiales a escala nanométrica”.

Proyectos
1.
Hacia una convergencia tecnológica. De los sensores y biosensores a la visualización de la información y el aprendizaje automático para el análisis de datos en el diagnóstico clínico (no18/22214-6); Modalidad Ayuda de Investigación – Temático; Investigador responsable Osvaldo Novais de Oliveira Junior (USP); Inversión R$ 14.050.528,68.
2. Electrodos de alto rendimiento aplicados en baterías orgánicas y biocélulas de combustible (no19/12053-8); Modalidad Ayuda de Investigación – Regular; Investigador responsable Frank Nelson Crespilho (USP); Inversión R$ 185.392,57.
3. Pilas híbridas bio-foto-electroquímicas para la conversión de energía solar (no19/15333-1); Modalidad Ayuda de Investigación – Regular; Investigador responsable Frank Nelson Crespilho (USP); Inversión R$ 154.168,10.
4. Desarrollo de superficies de Van der Waals para su aplicación en biodispositivos (no21/05665-7); Modalidad Becas en Brasil – Posdoctorado; Investigador responsable Frank Nelson Crespilho (USP); Beneficiario Rafael Neri Prystaj Colombo; Inversión R$ 221.490,30.
5. Estudios in situ y operacionales de metaloenzimas para la conversión de energía y bioelectrosíntesis de combustibles (no20/04796-8); Modalidad Becas en Brasil – Posdoctorado; Investigador responsable Frank Nelson Crespilho (USP); Beneficiaria Graziela Sedenho; Inversión R$ 353.668,31.
6. Bioelectrosíntesis de compuestos con valor agregado a partir de nitrógeno y dióxido de carbono atmosféricos (no20/15098-0); Modalidad Becas en Brasil – Doctorado; Investigador responsable Frank Nelson Crespilho (USP); Beneficiaria Jessica Pacheco; Inversión R$ 232.584,24.
7. Microbaterias a partir de hidrogeles y moléculas redox bioinspirados (no20/03681-2); Modalidad Becas en Brasil – Doctorado directo; Investigador responsable Frank Nelson Crespilho (USP); Beneficiario Tiago Bertaglia; Inversión R$ 217.444,50.

Artículo científico
SEDENHO, G. C. et al. Investigation of water splitting reaction by a multicopper oxidase through X-ray absorption nanospectroelectrochemistry. Advanced Energy Materials. 17 oct. 2022.

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