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BUENAS PRÁCTICAS

Un proveedor de animales para la investigación científica paga una multa sin precedentes por maltratar perros beagles

La empresa Envigo, una de las principales proveedoras de animales de investigación en Estados Unidos, se declaró culpable de violar las leyes de bienestar animal y saneamiento del país al reconocer que trató en forma negligente a miles de perros de raza beagle en un criadero ubicado en Cumberland, estado de Virginia. “No hemos respetado nuestros estándares de bienestar animal y ambiental y pedimos disculpas al público por los perjuicios que ha ocasionado nuestra conducta”, informó Inotiv, la empresa matriz de Envigo, en un comunicado.

Los responsables de la empresa llegaron a un acuerdo en la Justicia por el que aceptaron abonar 35 millones de dólares en multas, indemnizaciones e inversiones para mejorar sus instalaciones. Este monto incluye una multa de 11 millones de dólares por su trato negligente dispensado a los beagles ‒ la más alta que se haya aplicado en el país atendiendo a la Ley de Bienestar Animal ‒ y otros 11 millones por el vertido a los ríos de aguas cloacales sin tratar procedentes del criadero de perros. Otros 13 millones de dólares serán destinados a proyectos de promoción del bienestar animal. La empresa se comprometió a pagar 1,1 millones de dólares a la Fuerza de Tareas para el Control de los Animales de Virginia, 1,9 millones de dólares a Humane Society de Estados Unidos y 3,5 millones de dólares a la National Fish and Wildlife Foundation. La empresa también asumió el compromiso de invertir 7 millones de dólares en la modernización de sus criaderos.

En una operación que se llevó a cabo en 2022, el Departamento de Justicia de Estados Unidos procedió al decomiso de 4.000 perros que se encontraban en las instalaciones sucias y superpobladas de la empresa en Cumberland. Con anterioridad a la operación de rescate, el Servicio de Inspección de Salud Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura había detectado una serie de irregularidades en el criadero, tales como condiciones de insalubridad, prácticas de eutanasia de perros sin anestesia, perras mal alimentadas amamantando cachorros y la muerte de más de 300 animales por “causas desconocidas”. “Hay registros de 25 perritos muertos por exposición al frío, gusanos en la comida de los perros y animales con problemas de salud sin el debido tratamiento”, dijo Lindsay Hamrick, directora de la organización no gubernamental Humane Society. También hubo quejas por la incompetencia de un veterinario que tenía a su cargo el tratamiento y las cirugías practicadas a los perros, que Envigo se negaba a reemplazar.

El rescate generó conmoción y movilizó la participación de voluntarios y entidades de defensa de los animales para encontrarles un hogar a los mismos. Algunos perros llegaron a ser adoptados por personalidades públicas como el príncipe Harry, del Reino Unido, quien actualmente reside en Estados Unidos, y el gobernador del estado de Nueva Jersey, Phil Murphy. La empresa ha cerrado sus instalaciones en Cumberland y ya no cría beagles.

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