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Memoria

Un retrato de los pulmones

La invención de Manoel de Abreu permitió la detección precoz de la tuberculosis

Hombres aguardan para hacerse el estudio

Imágenes del libro O mestre das sombras – un raio X histórico de Manoel de AbreuHombres aguardan para hacerse el estudioImágenes del libro O mestre das sombras – un raio X histórico de Manoel de Abreu

En 1922, al regresar de una temporada de siete años trabajando como médico en París, Manoel Dias de Abreu se encontró a la ciudad de Río de Janeiro asolada por una dramática epidemia de tuberculosis. Lo que vio reforzó su creencia de que el control de esa enfermedad sólo sería posible mediante el diagnóstico masivo de la población. Los afectados llegaban a los hospitales en estado grave, cuando el tratamiento y el aislamiento ya se mostraban inútiles para hacer frente a una muerte inminente. Abreu poco pudo hacer en aquel momento, pero reanudó el trabajo que comenzara en Francia con el objetivo de desarrollar una técnica de diagnóstico precoz de la tuberculosis de amplio uso y bajo costo. En el antiguo Hospital Alemán, donde era jefe del servicio de radiología, y con un aparato que él creara, logró obtener finalmente, en 1936, las primeras imágenes nítidas que le permitían ver señales de tuberculosis aún no detectadas mediante otras técnicas de diagnóstico.

La primera abreugrafía, de 1936

Imágenes del libro O mestre das sombras – un raio X histórico de Manoel de AbreuLa primera abreugrafía, de 1936Imágenes del libro O mestre das sombras – un raio X histórico de Manoel de Abreu

Los ingenieros de Casa Lohner, una subsidiaria de Siemens en Río, construyeron los primeros aparatos con base en dibujos del propio médico, pero no creían que éstos fueran a funcionar. Combinando técnicas de radiología y de fotografía, la máquina emitía un haz de rayos X que sensibilizaba una pantalla que se volvía fluorescente y producía una imagen visible a simple vista, captada a su vez por una cámara fotográfica. “La imagen quedaba registrada en filmes de 35 milímetros, mucho más baratos que los que estaban en boga en aquel tiempo, de 30 x 40 centímetros, típicos de otros procesos competidores, como la radiografía”, narró el periodista e historiador Oldair de Oliveira en el libro O mestre das sombras – un raio X histórico de Manoel de Abreu, editado en 2012 por la Sociedad Paulista de Radiología. “Pese a las menores dimensión del filme, el registro era plenamente eficaz para el diagnóstico: bastaba con usar el negatoscopio o una lente de aumento.”

Al nuevo método, denominado por el propio Abreu roentgenfotografía, se le dio el nombre oficial de abreugrafía en 1939, en una decisión unánime de los médicos que participaron en el I Congreso Nacional de Tuberculosis. La abreugrafía permitió el diagnóstico y el tratamiento precoz de personas con tuberculosis que, aunque no manifestasen síntomas, podrían transmitir la enfermedad a otras, y ayudó de ese modo a contener la propagación de la misma, controlada efectivamente mediante el uso de antibióticos a partir de la década de 1950. Los que tienen más de 40 años en Brasil quizá aún encuentren su propia abreugrafía [o fotofluorografía] perdida en algún cajón o entre los documentos personales de sus padres, pues durante muchas décadas ése era un examen obligatorio al inscribir a los niños en las escuelas y al ingresar en un nuevo empleo.

Un cartel de una de las campañas contra la tuberculosis

Imágenes del libro O mestre das sombras – un raio X histórico de Manoel de AbreuUn cartel de una de las campañas contra la tuberculosisImágenes del libro O mestre das sombras – un raio X histórico de Manoel de Abreu

Abreu, un paulista nascido en 1892, vivió en Lisboa y en París luego de egresar de la Facultad de Medicina de Río de Janeiro. En el Nouvel Hôpital de la Pitié, desarrolló nuevas técnicas destinadas a fotografiar piezas quirúrgicas y, mediante la utilización de los entonces recién descubiertos rayos X, identificó un caso de tuberculosis que se le había pasado por alto en los exámenes a su jefe, un médico mucho más experimentado. En otro hospital, Abreu profundizó en la radiología de los pulmones, creó la densimetría, una técnica destinada a medir las distintas densidades de los pulmones, e imaginó que la fotografía de la pantalla fluorescente del aparato de rayos X podría erigirse en un medio de diagnóstico de bajo costo. “Desafortunadamente, obstáculos técnicos le impidieron desarrollar la abreugrafía en 1919”, sostiene Rubens Bedrikow, docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Santa Casa de São Paulo, en un artículo publicado en el Jornal de Radiologia. Después de construir una máquina segura, Abreu trabajó en pro del uso intensivo del nuevo método en el combate contra la tuberculosis. Según Bedrikow, en tan sólo dos semanas de uso, el primer aparato, instalado en un centro de salud de Río de Janeiro, se utilizó para examinar a 758 personas y detectó 44 con lesiones pulmonares.

Debido a que era una técnica sencilla y de bajo costo, y permitía también la detección de señales de cáncer y afecciones del corazón, rápidamente se diseminó y se la incorporó en los servicios públicos de salud de Brasil y de otros países. Su uso intensivo fue criticado y se lo fue limitando, hasta que la exigencia de la abreugrafía para la inscripción escolar y el registro de empleo se abolió a finales de la década de 1970. Abreu, muy laureado y nominado tres veces al Premio Nobel, publicó libros de poesías, algunos de ellos ilustrados por Di Cavalcanti, y otros por él mismo. Por ironía del destino al tratarse un neumólogo, murió de cáncer de pulmón en 1962. Era un fumador incorregible.

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