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Control a distancia

Un sensor en el cerebro

Una nanosonda más delgada que un pelo que emitía luz y sustancias químicas les permitió a científicos de Estados Unidos controlar el comportamiento de ratones mediante un mando inalámbrico, desde una computadora (Cell, 16 de julio). En ese estudio, los investigadores hicieron que los animales fuesen hacia un de los costados de una jaula al emitir haces de luz sobre las neuronas de una zona de sus cerebros. Luego, las sustancias químicas interrumpían la comunicación entre las neuronas y los animales empezaban a andar en círculos. Los mandos partían de una antena ubicada a poco más de un metro de distancia de las jaulas. El dispositivo estaba elaborado con materiales livianos y, de acuerdo con los investigadores de las universidades de Illinois y de Washington, responsables del trabajo, se implantó en los cerebros de los animales sin provocarles daños. El sensor estaba compuesto por chips con semiconductores que almacenaban diversos tipos de drogas y diodos que emiten luz. Un recipiente contenía las drogas y un material expansible. Cuando la temperatura de un calentador eléctrico ubicado por debajo del reservorio subía, el material se expandía y liberaba los fármacos, que llevaban a los ratones a actuar de una determinada manera.

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