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ECOLOGÍA

Una fruta amazónica domesticada

Kristof Zyskowski & Yulia Bereshpolova/Wikimedia Commons Copuazú, una planta seleccionada por los pueblos aborígenes hace 8.000 añosKristof Zyskowski & Yulia Bereshpolova/Wikimedia Commons 

Si hoy en día es posible tomarse un helado de copuazú en São Paulo, lejos de la Amazonia, donde estos frutos cuelgan de árboles que pueden llegar a medir 20 metros de altura (Theobroma grandiflorum), eso es gracias a una historia que parece haber comenzado hace unos 8.000 años. “Las comunidades indígenas llevan milenios cultivando plantas, y nuestro estudio revela que el copuazú, antes considerado una especie silvestre, en realidad es una especie domesticada a partir de un pariente silvestre, el copuí o cacao de monte [Theobroma subincanum], dice el botánico José Rubens Pirani, de la Universidad de São Paulo. Esta conclusión surge del estudio doctoral de Matheus Colli-Silva, dirigido por Pirani y actualmente investigador en el Jardín Botánico Real de Kew, en el Reino Unido. La pulpa y la semilla del copuí son parecidas a las del copuazú, aunque el fruto es más pequeño. En los últimos dos siglos, el copuí atravesó una segunda fase de domesticación, que ha extendido su distribución desde el Alto/Medio río Negro hacia el resto de la Amazonia. La modificación de la planta para el consumo humano habría comenzado antes que el cacao, otra especie emparentada, experimentara el mismo proceso. El hallazgo indica que la pulpa de T. cacao era apreciada por las comunidades indígenas mucho antes de que sus semillas concitaran interés internacional para el desarrollo del chocolate, cuando entonces la planta fue sometida a un proceso de selección para su cultivo (Communications Earth & Environment, 1º de noviembre).

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