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Inselbergs

Una incubadora de nuevas especies botánicas

Epidendrum cinnabarinum: aislada en cerros rocosos de la caatinga y del bosque atlántico

FABIO PINHEIRO / IBOTÂNICAEpidendrum secundum: aislada en cerros rocosos de la caatinga y del bosque atlánticoFABIO PINHEIRO / IBOTÂNICA

Una nueva evidencia de que los cerros rocosos aislados denominados inselbergs funcionan realmente como nidos de nuevas especies de plantas: el intercambio de genes entre distintas especies de orquídeas en un mismo cerro puede ser mayor que entre la misma especie en colinas cercanas, lo promueve así el surgimiento de nuevos ejemplares en un mismo lugar. Tal constatación se demostró mediante un estudio realizado por botánicos de São Paulo y de Paraíba, con la colaboración de colegas de Italia y Ecuador, que salió publicado en el mes de marzo en la revista BMC Evolutionary Biology. Los científicos compararon los marcadores genéticos de ejemplares de la orquídea Epidendrum cinnabarinum extraídos en 11 sitios. También contrastaron esos marcadores con los de otra especie, E. secundum, provenientes de nueve localizaciones en la caatinga y en el bosque atlántico del nordeste brasileño, y situados a distancias entre doce y mil kilómetros entre sí. En algunos casos se comprobó una marcada diferenciación genética dentro de una misma especie, lo que refleja por tanto un aislamiento entre las poblaciones. Los ejemplares de orquídeas de esas especies que crecieron en la zonas de meseta de Chapada Diamantina y de Planalto Borborema revelan una diferenciación genética que podría haberse intensificado en el transcurso de los últimos 120 mil años.

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