La salamandra de la especie Ambystoma mexicanum, un anfibio amenazado de extinción que habita en los canales y lagos al sur de la Ciudad de México, suscita la atención de los científicos debido a una rara característica biológica. El ajolote, tal el nombre popular de este animal, puede reconstruir completamente ciertas partes de su cuerpo, tales como la cola, la columna vertebral y los ojos. Por eso es que, potencialmente, podría transformarse en un espécimen modelo para la biología regenerativa. Un estudio llevado a cabo por investigadores del Morgridge Institute for Research, de Estados Unidos, evaluó cómo utilizan el ADN los embriones de esta salamandra durante las 17 etapas de su desarrollo y descubrió un modelo de expresión de genes peculiar (Developmental Biology, 27 de julio). Hay una alternancia entre fases marcadas por brotes de activación de genes y otros períodos que se caracterizan por una relativa estabilidad en el perfil de los genes expresados. En tres de las etapas, los investigadores hallaron picos de expresión génica: la primera vez que se activó el genoma, el momento en que se desarrolló el intestino y cuando se formó el sistema nervioso. Los científicos postulan que, cuando reconstruye partes de su cuerpo, el anfibio mexicano presentaría un patrón de expresión génica similar al de esas tres fases embrionarias. “Creemos que la regeneración de miembros del ajolote adulto se asemeja bastante al inicio del proceso de desarrollo del embrión”, dice el investigador Jeffrey Nelson, autor principal del estudio.
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