El 22 de agosto se inauguró el Observatorio de Torre Alta de la Amazonia (Atto, según su sigla en inglés), una estructura de 325 metros de altura para la investigación científica emplazada en Reserva do Uatumã, entre las ciudades de São Sebastião do Uatumã e Itapiranga, en el estado de Amazonas. La misma se encuentra equipada con sensores y radares ubicados a diferentes alturas, y recopilará datos sobre gases de efecto invernadero, partículas de aerosoles, propiedades de las nubes y desplazamientos de masas de aire, entre otros. Esas informaciones se transmitirán a los laboratorios del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia (Inpa) y de los institutos Max Planck de Química y Biogeoquímica, en Alemania, colaboradores del proyecto. El observatorio, con una altura mayor que la de la torre Eiffel, en París, costó 8,4 millones de euros y está ligado al programa Experimento a Gran Escala de la Biósfera-Atmósfera en la Amazonia (LBA). La idea es crear un banco de datos capaz de alimentar investigaciones y modelos climáticos. “Los resultados de las mediciones quedarán a disposición para que los formuladores de políticas desarrollen regulaciones sobre política ambiental y metas climáticas globales”, expresó Ferdi Schüt, vicepresidente de la Sociedad Max Planck, en el sitio web del Inpa.
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