Quien ha sobrevivido al Sars-CoV-2, aunque no haya requerido hospitalización, puede padecer los efectos de la infección durante meses luego de haber presentado los síntomas más intensos (Nature, 22 de abril). Con base en los registros médicos de 73.435 personas en Estados Unidos que padecieron covid-19 y no necesitaron internación, científicos del Saint Louis Health Care System y de la Universidad Washington en San Luis, constataron que, durante los primeros seis meses posteriores al diagnóstico, quienes sufrieron una infección leve corrían un 60 % más riesgo de morir y un 20 % mayor de precisar atención médica que los individuos que no contrajeron el virus. La probabilidad de muerte de los pacientes de covid-19 también era un 50 % mayor que la de los sobrevivientes de la gripe. En comparación, hay un mayor riesgo de sufrir problemas en los sistemas respiratorio, nervioso y digestivo, además de trastornos metabólicos, malestar, fatiga, dolores musculares y anemia. El consumo de medicamentos contra el dolor, depresión, ansiedad e hipertensión también se incrementó en el primer grupo. La diabetes, las enfermedades renales y los problemas cardíacos que acompañan al covid-19 pueden tornarse crónicos, requiriendo su tratamiento en los años siguientes.
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