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MEDIO AMBIENTE

Control del paisaje

Programas informáticos que ayudan a monitorear la salud de los árboles de las ciudades

Renato Mendes/ Brazil Photo Press/ Folhapress Luego de una tormenta en 2014, un árbol caído sobre la avenida 23 de mayo, en São Paulo: programas que pueden ayudar a la administración pública y evitar las caídasRenato Mendes/ Brazil Photo Press/ Folhapress

Los árboles reducen la contaminación atmosférica y sonora, disminuyen la temperatura en su entorno, minimizan daños al alterar la velocidad y la dirección de los vientos y además, embellecen las ciudades. Si no se los cuida bien pueden caerse, causando heridas y muertes, obstruyendo vías de transporte y el suministro de electricidad. A modo de ejemplo, entre los meses de enero y mayo de este año, en la ciudad de São Paulo, se cayeron 2.192 árboles, lo cual da un promedio de 14,5 por día. Para que los beneficios del bosque urbano superen las desventajas, es necesario brindarle un buen cuidado. Eso es lo que se pretende con tres software desarrollados en Brasil para programar podas y talas, conocer la edad de los árboles e incluso indicar si una especie puede plantarse en un determinado sitio.

El programa informático que se encuentra en una etapa mayor de desarrollo es Arbio, ideado en el Instituto de Investigaciones Tecnológicas del Estado de São Paulo (IPT), fundamentalmente para administrar los ejemplares ubicados en el sistema vial y en plazas. “El programa permite la confección de inventarios, realizando un registro de las plantas de una localidad y la planificación del arbolado, al definir los lugares y las especies más adecuadas para el plantío”, comenta el biólogo Sérgio Brazolin, jefe del Laboratorio de Árboles, Maderas y Muebles del IPT, coordinador del equipo que desarrolló el software.

Él explica que el programa Arbio dispone de capacidad para recopilar información individual de cada árbol, tal como su localización, identificación botánica (nombre científico y nombre vulgar), condiciones del entorno, abarcando las vías de tránsito, el tipo de inmueble asociado, las condiciones de la calle, el cantero, las interferencias de los cables transportadores de electricidad y telefonía en su copa, el estado del tronco y de las raíces, la dendrometría (la medición de la masa leñosa) y la existencia de enfermedades o infestación por termitas.

En Belo Horizonte, la empresa Digicade creó, en un trabajo conjunto con Google, el sistema Geosite, que también facilita el monitoreo de los árboles urbanos. “Se trata de un sistema integrado con las informaciones geográficas, que aporta mayor eficiencia a la gestión, en una sola herramienta, de las operaciones de inspección, poda y manejo de árboles en las ciudades”, dice João Carlos Tavares da Silva, coordinador de Desarrollo de la empresa.

La compañía CAA Tecnologia da Informação, con sede en la localidad Botucatu (São Paulo), está culminando el desarrollo de un software similar a Arbio y a Geosite en términos de funcionalidad y objetivos. “Este programa podrá utilizarse para la planificación y gestión de los árboles, además de promover la interacción con la población”, sostiene el coordinador del proyecto en la empresa, el ingeniero forestal Guilherme Corrêa Sereghetti. Los tres programas cuentan entre sus potenciales usuarios a municipios, universidades, concesionarias de empresas de energía, consultoras ambientales, condominios y organizaciones no gubernamentales.

La recolección de datos para alimentar a los software pueden realizarla técnicos capacitados. Pero la responsabilidad del análisis o la toma de decisiones de manejo es tarea de biólogos, ingenieros forestales o agrónomos. “El sistema móvil [software en smartphones] facilita la inspección del árbol por el técnico y el registro de las informaciones recabadas”, explica Brazolin.

Una de las ventajas del Arbio, según Brazolin, es su capacidad para analizar el riesgo de caída de un árbol. “El software dispone de un modelo de cálculo de probabilidades, elaborado por el IPT”, explica. “El programa se alimenta con una serie de informaciones como el tamaño de la planta y de su copa, el diámetro del tronco y el estado de deterioro, es decir, la podredumbre o la existencia de cavidades en el mismo. Valiéndose de conceptos de biomecánica, el software realiza cálculos matemáticos que determinan la probabilidad de caída para 12 diferentes velocidades de viento y genera un gráfico de esos resultados”. Para llegar al mismo es necesario medir la altura total del ejemplar utilizando un dispositivo denominado hipsómetro y la envergadura de la copa puede determinarse por la medida proyectada en el suelo mediante una cinta métrica. Con base en ello, Arbio calcula la superficie estimada de la copa para los cálculos del modelo estructural de riesgo de caída.

También pueden cargarse en el software datos fenológicos de las plantas, tales como la época de caída de las hojas, la floración y la fructificación, además de información sobre plagas o enfermedades. “Nuestro programa hará posible la participación de la población, que podrá solicitar la poda o la tala de un árbol o bien la inclusión de un ejemplar aún no catalogado, incluso mediante el envío de una foto desde el celular”, comenta Sereghetti, de la CAA.

Eduardo Cesar Un árbol en un lugar inadecuado en São Paulo, contiguo al paso de los autos y de los peatonesEduardo Cesar

Plan director
Los tres programas se encuentran en fases diferentes de desarrollo y todavía no hay ninguno en uso a nivel comercial. El Arbio comenzó a desarrollarse en 2013 y ya está listo para el uso. La primera ciudad que lo implementará en los próximos meses será Mauá (São Paulo), ubicada en la Región Metropolitana de São Paulo, una urbe con 457 mil habitantes. “El desarrollo de ese software es el resultado de un proyecto de capacitación financiado por el gobierno del estado de São Paulo para mejorar la gestión del arbolado”, explica Brazolin. “El IPT está estudiando su disponibilidad en forma gratuita para todos los municipios del estado de São Paulo”.

En Mauá, el Arbio formará parte del Plan Director de Arbolado Urbano, dotado con 2 millones de reales en recursos provenientes del Fondo de Intereses Difusos de la Secretaría de Estado de Justicia y Defensa de la Ciudadanía. El objetivo es mantener actualizada la base de datos de los árboles de la ciudad y efectuar los plantíos adecuados, además de ejecutar podas correctas evitando que las plantas queden deformadas. Para operar el Arbio, la municipalidad dispone de un biólogo, dos ingenieros forestales y un ingeniero agrónomo. Resta contratar a otro biólogo y a un ingeniero agrónomo, además de otros profesionales tales como inspectores y técnicos ambientales.

En la ciudad de São Paulo, la Secretaría Municipal de Ecología y Medio Ambiente emplea un antiguo sistema desarrollado por el IPT en 2004, el Sistema de Gestión del Arbolado Urbano (Sisgau, en portugués). Según datos disponibles en la secretaría, en la capital paulista existen alrededor de 652 mil árboles, que son monitoreados mediante información suministrada por ingenieros agrónomos de los municipios regionales. El mismo se utiliza para registrar y catalogar informaciones geográficas, fitosanitarias e intervenciones de manejo efectuadas a lo largo de la vida de cada árbol. Brazolin, del IPT, quien participó en la producción de ese sistema, afirma que el Sisgau no dispone de las funcionalidades presentes en el Arbio, tal como la de intentar prever o administrar la caída de árboles.

El Geosite, a su vez, fue lanzado en noviembre del año pasado. “Por ahora se lo está testeando, a través de una prueba de concepto en algunas municipalidades y también por una compañía distribuidora de energía eléctrica”, comenta Silva. El programa de la CAA comenzó a ser desarrollado en noviembre de 2016 y se está completando el primer prototipo. Ambos sistemas serán comercializados en breve, pero los precios aún no están definidos.

Eduardo Cesar Las talas y las podas pueden programarse mediante sistemas de monitoreo del arbolado urbanoEduardo Cesar

Sistemas en el exterior
En el exterior, ya existen sistemas similares en uso. Un ejemplo es el Arbomapweb, creado en España por la empresa Tecnigral y utilizado en ciudades tales como Madrid y Córdoba. El mismo conjuga actividades georreferenciadas de inventario, gestión e incidentes, efectuando la planificación, la generación y el seguimiento del parque arbóreo urbano. En Estados Unidos surgió el OpenTreeMap, un sistema de acceso vía internet con el cual es posible crear proyectos de arborización urbana pagando un canon de 164 dólares mensuales. Ese programa fue concebido por un pool de empresas, con recursos del fondo de ayuda para investigación e innovación del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda). Más allá del inventario y las fotografías de los árboles de una localidad, el software calcula los beneficios del parque arbóreo urbano para la ciudad, tales como la cantidad de reducción del dióxido de carbono (CO2) –uno de los gases que provocan el efecto invernadero–, el nivel de calidad del aire y el filtrado del agua de lluvia para el suelo. Este programa lo utilizan varios países además de Estados Unidos, tales como el Reino Unido, México y Portugal.

A juicio del biólogo Marcus Buckeridge, del Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (IB-USP), quien estudia la arborización en las ciudades, el sistema de monitoreo del arbolado urbano que se utiliza en Nueva York, denominado New York City Street Tree Map, es uno de los más avanzados del mundo. “Dispone de un buen mapeo árbol por árbol y cuenta con un mecanismo para elaborar un cálculo de los beneficios para la ciudad”, comenta. El software estima el valor económico que cada planta brinda como retribución a la sociedad por medio de indicadores tales como, por ejemplo, la captación del agua de lluvia, remoción de contaminantes del aire y reducción del CO2 y otros agentes de polución.

Para Buckeridge, un buen comienzo sería empezar a incluir una planificación del arbolado en forma más seria y científica en los planos futuros de una ciudad como São Paulo. Buckeridge recuerda que las ciudades siempre tendrán características artificiales. “Pero al menos, pueden intentar integrarse un poco más con la biósfera de lo que lo hacen actualmente”, analiza.

Proyecto
Sistema RIA (Rich Internet Application) para la planificación y la gestión del arbolado urbano (nº 14/50612-5); Modalidad Programa de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (Pipe); Investigador responsable Guilherme Corrêa Sereghetti (CAA Tecnologia da Informação); Inversión R$ 119.187,40

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