La pandemia de covid-19 ha agravado un problema medioambiental que se ha descontrolado: la producción y el desechado inadecuado de los plásticos. Un trío de investigadores de China y Estados Unidos estimó que, desde el inicio de la circulación del nuevo coronavirus hasta el 23 de agosto del año pasado, 193 países generaron 8,4 millones de toneladas más de materiales plásticos de lo que se producía habitualmente. La mayor parte (el 87 % del total) corresponde a materiales de uso hospitalario (foto). Otro 7,6 % se debe a la fabricación de equipamientos de protección personal (esencialmente mascarillas) y un 4,7 % a los envases de los productos adquiridos en forma online (PNAS, 23 de noviembre). De todo este plástico extra, unas 25.000 toneladas irán a parar al mar, lo que equivale al 1,5 % de lo que se descarta en los océanos anualmente. Mediante el uso de un modelo computarizado, el grupo del ambientalista Yanxu Zhang, de la Universidad de Nankín, en China, estima que dentro de tres años, un porcentaje importante de estos plásticos estará en las playas y en los sedimentos marinos, y otro tanto en el océano Ártico.
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