Imprimir Republish

Trayectorias

Datos del Universo

Una investigadora procedente del estado brasileño de Paraíba, que trabaja en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa, es premiada por la International Astronomical Union por su tesis doctoral

Archivo personal Estrela durante un descanso de sus actividades en el Observatorio Palomar, en California, en agosto de este añoArchivo personal

Raíssa Estrela tenía poco más de un año cuando el telescopio Hubble fue lanzado a bordo del transbordador espacial Discovery, en abril de 1990. Actualmente, a sus 32 años, utiliza los datos generados por este mismo telescopio para recabar información que permite descubrir e interpretar la evolución de planetas lejanos, situados fuera del Sistema Solar, los denominados exoplanetas. “Crecí leyendo revistas de astronomía y estaba interesada en todo lo que tuviera que ver con el Universo”, dice la científica, quien desde 2020 desarrolla una pasantía posdoctoral en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa, en Estados Unidos.

Actualmente residiendo en Pasadena (California – EE. UU.), Estrela es integra un equipo de investigadores que recientemente ha descubierto un dato hasta ahora inédito en el campo de la astronomía: la regeneración de la atmósfera del exoplaneta denominado GJ 1132 B. Este planeta que, según los estudios, habría perdido la totalidad de su envoltura atmosférica en sus primeros años de vida, posee características similares a las de la Tierra, tales como el tamaño, la edad y la densidad, aunque con una trayectoria evolutiva diferente. “Todo indica que la regeneración de GJ 1132 B estuvo determinada por procesos geológicos como el vulcanismo, cuyo resultado fue la liberación de los gases del océano de magma superficial hacia la atmósfera del planeta”, explica la científica nacida en el municipio de João Pessoa (estado de Paraíba, Brasil).

Su decisión estudiar física, carrera en la cual se graduó en 2014 en la Universidad Federal de Rio Grande do Norte (UFRN), surgió tras dos años de cursado de la licenciatura en ecología, que había iniciado en 2007 en la misma institución. “Siempre fui adepta a los temas relacionados con el cambio climático y sus impactos en el medio ambiente. Simultáneamente, en la universidad trabé contacto con investigadores del campo de la astrofísica, lo que me llevó a solicitar el cambio de carrera”, recuerda. Durante sus estudios de grado, realizó parte de su iniciación a la investigación científica en astrofísica en la Universidad de Toronto, en Canadá, a través del programa Ciencia sin Fronteras.

Una vez graduada, Estrela se mudó a São Paulo. En la capital paulista hizo su maestría en ciencias y aplicaciones geoespaciales, concluido en 2017 en la Universidade Presbiteriana Mackenzie, bajo la dirección de la astrofísica Adriana Benetti Marques Valio. Durante ese período, investigó la actividad magnética en las estrellas similares al Sol por medio de los datos generados por la sonda espacial Kepler, también proyectada por la Nasa. “Mi análisis tomó como base cuatro años de datos generados por el telescopio, a partir de los cuales pude estudiar los ciclos magnéticos de las estrellas”, relata.

En su doctorado, obtenido en 2020 en la misma institución, la investigadora pudo profundizar en el campo de la astrobiología, estudiando los impactos de las actividades estelares en los planetas cercanos a sus órbitas. “Pudimos detectar esas explosiones analizando los datos del Kepler y evaluamos su impacto sobre la vida en la superficie o incluso en los océanos de estos planetas”, explica. Para ello, analizó los efectos de los rayos UV en microorganismos como las bacterias Escherichia coli, comunes en el intestino de los seres humanos, y Deinococcus radiodurans, resistente a ambientes extremos.

Su tesis doctoral, intitulada “Exoplanet atmospheres and habitability”, fue premiada en julio de este año por la International Astronomical Union (IAU), una sociedad científica integrada por investigadores de diversos países con sede en París, Francia. La ceremonia de entrega de los certificados se llevará a cabo en agosto de 2022 en Busan, Corea del Sur.

Republicar