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Destrucción perdurable

La capa de ozono (en azul): aún bajo el ataque del tetracloruro de carbono

NASALa capa de ozono (en azul): aún bajo el ataque del tetracloruro de carbonoNASA

Se creía que las sustancias destructoras de la capa de ozono ‒que filtra los rayos ultravioletas del Sol que llegan a la Tierra y, de ese modo, evita los daños en la salud de la gente, tales como el cáncer de piel‒ habían dejado definitivamente de emitirse, según los pactado en el Protocolo de Montreal, un acuerdo internacional que data de 1987. Aparentemente, no sería exactamente así. Un equipo de investigadores de la Nasa, la agencia espacial estadounidense, comprobó que la atmósfera de la Tierra contiene una cantidad elevada de tetracloruro de carbono (CCl4), una de las sustancias que, como se sabe, pueden destruir la capa de ozono. La cantidad de CCl4, que se calcula mediante modelos matemáticos computacionales, es de 43 mil toneladas anuales, el equivalente al 30% de la emisión máxima de esa sustancia antes de su prohibición mundial (Geophysical Research Letters, edición del 18 de agosto). El CCl4, que antes del acuerdo de Montreal se empleaba profusamente en heladeras y aparatos de aire acondicionado, probablemente provendría ahora de residuos industriales, de sitios contaminados o de fuentes desconocidas, pues su origen aún no se ha determinado. Los expertos de la Nasa determinaron que, como se informó cero emisión de CCl4 entre 2007 y 2012, la concentración de dicho compuesto en la atmósfera debería haberse reducido a un índice del 4% anual. Sin embargo, los expertos detectaron una reducción mucho menor, que solamente llega al 1%. Mediante simulaciones de la química atmosférica global, los investigadores ‒actualmente interesados en la identificación de la fuente de las emisiones indeterminadas‒ establecieron también que el CCl4 puede permanecer en la atmósfera durante un lapso un 40% mayor de lo que se suponía.

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