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COVID-19

El avance de delta

Altamente transmisible, esta variante del Sars-CoV-2 le imprime nuevo vigor a la pandemia y lleva a los gobiernos a decidirse por la aplicación de una tercera dosis de vacunas

El Reino Unido fue uno de los primeros países donde se registró un aumento de los casos causados por la difusión de la variante delta

Mike Kemp / In Pictures vía Getty Images

En octubre de 2020 se identificó por primera vez en la India la variante delta del Sars-CoV-2, el coronavirus causante del covid-19. Hasta el 17 de agosto de este año ya se la había detectado en 148 países, según datos divulgados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). De las cuatro variantes principales del virus original que causan más preocupación, solamente la alfa, descubierta en el Reino Unido en septiembre del año pasado, ha afectado a una mayor cantidad de naciones (190). Pero la delta posee una característica que favorece su propagación en forma acelerada: es dos veces más contagiosa que las otras formas del patógeno.

Es probable que esta particularidad sea la que la hizo ampliamente dominante entre las muestras del virus secuenciadas en países tales como Estados Unidos, Canadá, Israel, el Reino Unido y Alemania. En Brasil, la ciudad de Río de Janeiro es por ahora la más afectada por el avance de la variante delta. Según la Red Genómica de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), la variante gamma, identificada en Manaos en noviembre pasado, aún era la predominante en el país hasta finales de julio, pero la delta ya estaba presente en 14 estados y representaba más del 20 % de las muestras secuenciadas.

La explicación principal para la alta transmisibilidad de la delta y su rápida propagación global es la alta carga viral que presentan los pacientes infectados con esta variante, hasta mil veces mayor que la observada en los individuos afectados por otros linajes del Sars-CoV-2. La combinación entre su mayor capacidad de replicación y un período de incubación más corto sería lo que determina la velocidad de transmisión de la variante, dijo el epidemiólogo Benjamin Cowling, de la Universidad de Hong Kong, en declaraciones publicadas en la revista Nature.

Un estudio coordinado por el epidemiólogo Jing Lu, del Centro Provincial de Control y Prevención de Enfermedades de Guangdong, en China, que realizó un seguimiento de 62 pacientes en cuarentena tras haber contraído el covid-19, aportó información sobre el proceso más breve de incubación de la variante delta. Los resultados preliminares publicados por los investigadores chinos a finales de julio en el repositorio medRxiv de preprints (artículos que aún no han sido revisados por pares) apuntan que esta variante fue identificada cuatro días después de que las personas monitoreadas estuvieron expuestas al virus. Para el resto de las variantes, el período medio de incubación es de seis días. Los pacientes evaluados en el trabajo se contaban entre los primeros infectados con el nuevo linaje en China continental hasta 2020.

La emergencia de esta variante volvió a hacer sonar la alarma en lugares que parecían haber controlado razonablemente la pandemia o, al menos, habían dejado atrás las instancias más dramáticas de la lucha contra el covid-19. Un aspecto preocupante reside en que se han encontrado grandes cantidades de esa variante en el tracto respiratorio de las personas contagiadas, independientemente de que presenten síntomas o de hallarse vacunadas con las dos dosis contra el covid-19. Si bien son raros, se han presentado casos de personas que recibieron las dos dosis de la vacuna y se infectaron con la variante delta. Con todo, estos individuos transmiten el virus durante un período más breve que aquellos que no están inmunizados.

Las vacunas actuales proporcionan buena protección contra la variante delta

Según los Centros de Control de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, algunos estudios preliminares sugieren que la delta puede causar casos más graves de covid-19 que las demás variantes entre las personas no vacunadas. Por lo tanto, aunque la protección que proporcionan las vacunas contra esta variante tal vez sea menor, estar inmunizado marca una diferencia. Si bien es cierto que la variante delta es diferente y, al presentar una carga viral mayor, se propaga con mayor velocidad, todavía no se dispone de datos suficientes como para afirmar que efectivamente sea más letal.

Los datos publicados a finales de julio en el informe semanal Morbidity and mortality del CDC, generados en Provincetown, en el estado de Massachusetts, revelaron que aproximadamente el 74 % de los 469 casos de un brote de covid-19 causado por la variante delta en la región correspondía a personas que habían completado el esquema de vacunación. Durante el episodio, cuatro de las cinco personas que necesitaron internación estaban vacunadas contra el coronavirus. Ninguna de ellas murió, lo que refuerza la eficacia de la vacuna. Por eso se retomó la recomendación del uso de mascarillas, que había sido descartada en algunos lugares de Estados Unidos.

Un estudio reciente que se llevó a cabo en el Reino Unido estimó que el riesgo de ingreso hospitalario debido al covid-19 causado por la variante delta prácticamente se duplicó en comparación con lo registrado para la variante alfa. En Brasil, pese a que Río de Janeiro ha divulgado datos de un monitoreo que reveló la presencia de la delta en el 45 % de los 101 casos estudiados, resulta especialmente difícil disponer de un panorama completo de la situación. “Es imposible comparar a Brasil con otros países. Los testeos son insuficientes y, en el caso de aquellos en que se realiza un mapeo genómico, particularmente escasos. Por esto es que siempre estamos atrasados en cuanto al conocimiento local de la dimensión real de las variantes en circulación”, dice el epidemiólogo Pedro Hallal, de la Universidad Federal de Pelotas (UFPel). Según él, la cuestión del testeo no ha recibido la atención que debería desde el comienzo de la pandemia, pese a que el país posee la capacidad técnica y los recursos humanos como para hacer ese seguimiento.

La propagación de la variante delta trae a la luz un tema recurrente a medida que la pandemia se extiende: ¿durante cuánto tiempo y contra cuáles linajes del Sars-CoV-2 será eficaz la generación actual de vacunas? Si aparece una nueva cepa que logre eludir a los inmunizantes, es muy probable que esto genere un recrudecimiento del covid-19. “Es cierto que la variante delta tiene una capacidad de propagación mayor, pero hasta donde se ha podido demostrar, todas las vacunas que se emplean actualmente para prevenir el covid-19 mantienen su capacidad de protección inmunológica contra esta variante, de una forma similar a lo que ocurre con las otras cepas del coronavirus que circulan o circularon en el mundo hasta ahora”, dice el microbiólogo Luís Carlos de Souza Ferreira, del Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (IB-USP).

Para De Souza Ferreira, aunque la capacidad de neutralización de los anticuerpos contra la proteína spike del coronavirus pueda ser diferente para cada variante del Sars-CoV-2, la protección sigue siendo efectiva para los individuos vacunados. “Esto posiblemente se deba a la capacidad de estas vacunas de estimular respuestas inmunológicas protectoras que no dependen solamente de la producción de anticuerpos”, dice el investigador de la USP. Actualmente, todas las vacunas desarrolladas están basadas en los primeros virus aislados provenientes de China o de Europa. De Souza Ferreira comenta que los intentos de desarrollar vacunas con secuencias derivadas de las variantes del Sars-CoV-2 surgidas con posterioridad, tales como la gamma y la delta, aún no han demostrado una capacidad de protección superior en comparación con las vacunas que ya se emplean.

José Lucena / Zuma Press / Fotoarena La playa de Ipanema atestada de gente un domingo de finales de julio, cuando la pandemia volvía a recrudecer en Río de JaneiroJosé Lucena / Zuma Press / Fotoarena

Los resultados divulgados en agosto en la revista New England Journal of Medicine confirman los efectos positivos de las vacunas disponibles hoy en día, incluso contra la variante delta. El trabajo, coordinado por investigadores del Public Health England, la agencia de salud pública del gobierno británico, revela que dos dosis de la vacuna de Pfizer confirieron una protección del 88 % contra la variante delta y de un 93,7 % contra la variante alfa. Cuando se comprobó la efectividad del inmunógeno de AstraZeneca también se detectó un leve descenso (un 67 % de protección en el caso de la delta y un 74,5 % contra la alfa).

Un artículo publicado como preprint el 5 de agosto en la sección perteneciente a la revista The Lancet del repositorio SSRN señala que la administración de dos dosis de la vacuna CoronaVac arrojó un 69,5 % de eficiencia para prevenir la neumonía, una condición asociada al covid-19, y de un 100 % para evitar los casos graves de covid-19 causados por la variante delta. El estudio se realizó en el Centro Provincial de Control y Prevención de Enfermedades de Guangdong, y participaron 10.813 individuos. Esta vacuna es fabricada en Brasil por el Instituto Butantan en colaboración con su desarrolladora, la empresa biofarmacéutica china Sinovac.

La propagación de la variante delta, que puede infectar a una pequeña porción de las personas vacunadas con el esquema completo de dos dosis, si bien es raro que provoque internaciones o el fallecimiento de los vacunados, puede dificultar todavía más la búsqueda de la tan mentada inmunidad colectiva contra el covid-19. Esta situación se caracteriza por la interrupción de la cadena de transmisión de un patógeno cuando la mayoría de la población se vuelve inmune al agente infeccioso. La inmunidad colectiva puede sobrevenir de dos maneras, que pueden producirse en forma concomitante o no: la mayoría de los integrantes de una comunidad tiene contacto con el patógeno, se recupera de la infección y desarrolla alguna protección contra el mismo; o se le aplica una vacuna eficaz contra el agente infeccioso. De acuerdo con un reportaje publicado en el periódico británico The Guardian, el epidemiólogo Andrew Pollard, jefe del grupo que desarrolló la vacuna de la Universidad de Oxford producida comercialmente por el laboratorio farmacéutico AstraZeneca, sostiene que no será posible alcanzar la inmunidad colectiva debido a la existencia de la variante delta.

Frente a los indicios de que las vacunas parecen perder parte de su efectividad seis meses después de su aplicación, algunos países, como Israel y el Reino Unido, decidieron aplicar una tercera dosis de refuerzo entre la población de edad más avanzada. El Ministerio de Salud de Brasil y el estado de São Paulo también han tomado la misma decisión a finales de agosto. Sin embargo, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, sostiene que la idea de inocular una dosis extra para intentar frenar el avance de la variante delta debe descartarse, al menos hasta el final del mes de septiembre. “Entiendo la preocupación de todos los gobiernos por proteger a su población contra la variante delta. Pero no podemos consentir que aquellos países que ya han utilizado la mayor parte de la provisión mundial de vacunas sigan acaparándolas”, manifestó, en un comunicado a la prensa. “Tenemos que revertir en forma urgente esta situación y destinar la mayor parte de la producción de vacunas a los países con bajos ingresos, donde pocos han sido vacunados”.

El epidemiólogo Kristian Andersen, del Scripps Research Institute, de Estados Unidos, expresó en la revista Science que el desarrollo de nuevas dosis de vacunas específicas para la variante delta es fundamental. Pero, en su opinión, tener que elegir entre vacunar a la población aún desprotegida o promover campañas de refuerzo representa un falso dilema. “Tenemos que hacer las dos cosas. Y esto requiere de un esfuerzo de guerra que hoy no estamos haciendo”, dijo. Hasta el 25 de agosto, la pandemia había causado unos 213,5 millones de casos y 4,4 millones de muertos en todo el mundo, según el seguimiento que viene haciendo la Universidad Johns Hopkins, de Estados Unidos. Hasta el momento, Brasil es el segundo país en cuanto a la cantidad de fallecidos, con casi 575.000 víctimas fatales.

Artículos científicos
BERNAL, J. L. et al. Effectiveness of Covid-19 Vaccines against the B.1.617.2 (Delta) Variant. The New England Journal of Medicine. 12 ago. 2021.
KANG, M. et al. Effectiveness of Inactivated COVID-19 Vaccines Against COVID-19 Pneumonia and Severe Illness Caused by the B.1.617.2 (Delta) Variant: Evidence from an Outbreak in Guangdong, China. SSRN (preprint). 5 ago. 2021
LI. B. et al. Viral infection and transmission in a large well-traced outbreak caused by the Delta SARS-CoV-2 variant. medRxiv (preprint). 23 jul. 2021

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