En remanentes bien preservados del Bosque Atlántico, uno de ellos situado en el extremo sur de la ciudad de São Paulo, la mayor metrópolis de Sudamérica, un equipo de zoólogos de los estados brasileños de São Paulo, Minas Gerais y Espírito Santo identificó una nueva especie de sapo sumamente peculiar. Con 12 a 15 milímetros de largo (el tamaño de la uña de un dedo pulgar), el sapo Brachycephalus ibitinga –una mezcla de griego y tupí que significa algo así como “el cabeza corta de la neblina”– presenta una coloración que varía del amarillo brillante a un anaranjado calabaza y estructuras óseas reforzadas en la cabeza y en la columna vertebral que forman una especie de escudo dorsal, cuyos bordes son visibles a través de la piel (Herpetologica, en prensa). Este sapito habita en una franja de Bosque Atlántico que se extiende por nueve municipios: Bertioga, Paranapiacaba, Santo André, São Bernardo, Cubatão, São Vicente, Itanhaém, Juquitiba y São Paulo. En la capital del estado, se lo halló en el Parque Natural Municipal Varginha, cercano a la represa Billings.
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El sapito de la neblina
Thais Condez
