Científicos de la Universidad de São Paulo (USP) en su campus de la localidad de Ribeirão Preto, constataron que el nuevo coronavirus es capaz de infectar y matar a las células de defensa. Esta comprobación podría explicar, en parte, dos de los hallazgos habituales en los pacientes infectados: la linfopenia –la disminución de los linfocitos– y la escasa concentración del virus en la sangre. En las pruebas con células inmunitarias de personas sanas, el grupo del virólogo Eurico Arruda observó que el Sars-CoV-2 invade los monocitos y linfocitos y se replica en su interior. En los linfocitos T CD4, que coordinan la respuesta inmunológica, y en los T CD8, que reconocen y eliminan células infectadas por virus, el coronavirus activó la muerte celular programada (apoptosis). “Esa es una explicación factible para la linfopenia”, le dijo Arruda a Agência FAPESP. En la sangre de los pacientes con covid-19, el grupo detectó el virus en el interior de los linfocitos B (en la imagen), productores de anticuerpos (bioRxiv, 7 de agosto).
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