Imprimir PDF Republish

carta de la editora

La comida en la mesa

Brasil es conocido por su actividad agrícola. El país rompe récords de cosechas, uno tras otro con productividad creciente, y es un destacado líder mundial en exportaciones de diversos productos básicos. Así y todo, existe otra realidad agrícola menos atractiva. El área plantada con arroz y frijol, la base de la dieta nacional, disminuyó más de un 30 % entre 2006 y 2022, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

La migración hacia cultivos de alimentos más rentables orientados a la exportación contribuye a la inseguridad alimentaria en el país, que consiste en la falta constante de acceso a los alimentos, tanto en cantidad como en calidad. Se estima que más de la mitad de la población brasileña – alrededor de 125 millones de personas – aún hoy en día padece algún grado de inseguridad alimentaria.

Investigadores de las áreas de nutrición, economía, sociología, agronomía y geografía se están enfocando en el hambre. Además de comprender este complejo fenómeno, estos estudiosos buscan las diferentes formas a través de las cuales el país puede hacer frente a esta aparente paradoja, con miras a asegurar una nutrición adecuada para su población.

En 2023, la estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) cumplió 50 años. Su misión es proveer a Brasil seguridad alimentaria mediante un modelo tropical de agricultura y ganadería. La investigación producida en dicha institución, que está presente en todas las unidades federativas, es en gran medida responsable de la diversidad agrícola del país y de su posición internacional como exportador de alimentos.

Sin embargo, el preocupante escenario del cambio climático y las nuevas demandas de los mercados consumidores constituyen un llamado a enfocarse fuertemente en la agricultura sostenible, un área de investigación a la que Embrapa le está dedicando crecientes esfuerzos.

Fue justamente en la ingeniería agronómica donde empezó su carrera de investigación de plantas el genetista vegetal Marcio de Castro Silva Filho, quien fue nombrado director científico de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo (FAPESP) en abril de 2023. Y desde hace varios años viene combinando la investigación de la interacción entre plantas, insectos y patógenos con su labor institucional.

Antes director de la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes) de Brasil, Castro fue también prorrector de posgrado de la Universidad de São Paulo, institución en donde se estableció tras realizar un doctorado en el exterior. En la entrevista de esta edición, habla sobre su carrera y anticipa los temas en los que se enfocará en su nuevo rol.

Puede definirse que un brasileñista es una persona de nacionalidad no brasileña que conduce una investigación sobre Brasil dirigida a un público extranjero. Pero dicho término comprende un proceso histórico tanto de rivalidad como de colaboración. Durante el último siglo, estos investigadores se abocaron a entender Brasil en su conjunto y su proceso histórico. Y más recientemente han venido dedicándole menos atención a la nación en sí, dirigiendo su interés hacia temas más amplios.

Los indígenas del pueblo Yanomami conciben los sueños como una forma de ver lo invisible. Desde la perspectiva de la teoría psicoanalítica, soñar es la representación del deseo individual y una forma de acceder al inconsciente. La investigación etnográfica entre los yanomamis apunta a los sueños como una forma de entrar en realidades que son inaccesibles mientras se está despierto. Las experiencias de su vida de vigilia son para ellos tan importantes como las que vivencian en sus sueños: son formas complementarias de existir en el mundo y de relacionarse con él.

Republicar