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PRODUCCIÓN CIENTÍFICA

La producción científica sobre el covid-19 afecta el equilibrio de la generación de conocimiento

Ya se han publicado más de 500.000 estudios sobre la pandemia en revistas y repositorios de preprints

Rodrigo Cunha

Al cabo de más de dos años de pandemia, se han publicado alrededor de 500.000 estudios sobre temas relacionados con el covid-19 bajo el formato de artículos científicos o bien en sus versiones preliminares –los preprints–, divulgados en repositorios públicos. Según una investigación divulgada en abril por Philip Shapira, del Instituto de Investigación en Innovación de la Universidad de Manchester, en el Reino Unido, este formidable volumen de información supuso casi el 4 % de la producción científica mundial entre abril de 2020 y abril de este año, lo que ha alterado el equilibrio de la generación de conocimientos. Este trabajo, que se encuentra disponible en la plataforma bioRxiv, analizó los datos de la base Dimensions y constató que, en el área de la virología, la proporción de artículos referidos al Sars-CoV-2 pasó de un 3,1 % del total en 2019 a un 37,1 % este año. En enfermedades infecciosas, el crecimiento fue del 0,8 % a un 23,8 %. Esta influencia también se ha extendido a otras disciplinas no vinculadas al campo de la medicina: en 2021, el covid-19 fue el tema central del 6,4 % de la nueva literatura en el área de la sociología y el derecho.

Las revistas científicas aceleraron sus procesos de evaluación de manuscritos para darle una respuesta rápida a la emergencia sanitaria y muchas de ellas han obtenido resultados excepcionales. La última edición del Journal Citation Reports (JCR), el informe anual de la empresa Clarivate que evalúa el impacto y la visibilidad de 21.000 revistas científicas de todo el mundo, reveló que un grupo de revistas del área de la medicina ha multiplicado su influencia y en 2021 alcanzó un factor de impacto superior a 100. Esto quiere decir que el año pasado, los artículos publicados por esos títulos en el bienio anterior fueron citados, en promedio, más de cien veces en otros trabajos, lo que indica un reconocimiento a su contribución. Las revistas que más se han destacado han sido Journal of the American Medical Association, The Lancet, Lancet Respiratory Medicine, Nature Reviews, Drug Discovery, Nature Reviews Immunology, Nature Reviews Molecular Cell Biology y New England Journal of Medicine (NEJM).

El desempeño más impresionante fue el de la revista británica The Lancet. Su factor de impacto aumentó de 79,3 en 2020 a 202,7 en 2021, pasando a ocupar por primera vez el liderazgo de la lista del JCR en la categoría de medicina general e interna. Tuvo 3 de los 10 artículos sobre el covid-19 con mayor número de citas de 2021, que describían las características clínicas de los primeros pacientes hospitalizados con el nuevo coronavirus en la ciudad china de Wuhan, en 2019, los factores de riesgo de mortalidad y los datos epidemiológicos del primer brote de la pandemia. Desde que se empezó a producir el JCR, hace 45 años, el primer puesto en medicina general e interna siempre lo había ocupado la estadounidense NEJM. A pesar de haber caído al segundo puesto, el factor de impacto de esta revista creció de 91,2 en 2020 a 176,1 el año pasado.

El aumento del volumen y la repercusión de las publicaciones sobre el covid-19 también han convertido a la prestigiosa revista Nature en la primera en superar la marca de 1 millón de citas a lo largo de un año, un logro obtenido en 2021. “El nuevo coronavirus ha causado millones de muertes, sobrecargando los sistemas de salud en todo el mundo y obligó al aislamiento en comunidades acostumbradas a vivir en un mundo global y conectado”, dijo Nandita Quadery, editora en jefe de la base de datos Web of Science, en la presentación del JCR. “Ahora estamos empezando a entender algunos aspectos positivos, como la colaboración científica sin precedentes, la aceleración de la innovación y el descubrimiento de nuevas terapias y vacunas”.

Rodrigo Cunha

En toda esta movilización participaron la mayoría de los países del mundo. Según el análisis de Shapira, Italia, una de las naciones más afectadas por la primera ola de la pandemia, proporcionalmente fue la que más se involucró: el 4,15 % del total de artículos publicados entre 2019 y 2022 por científicos italianos en revistas indexadas trataba sobre el nuevo coronavirus. En el Reino Unido, ese índice llegó al 3,37 %, en Estados Unidos, a un 2,9 %, y en China, al 1,12 %.

Por su parte, Brasil, con un 2,62 % de su producción vinculada a la enfermedad, se ubicó en el mismo pelotón de países como Canadá (2,68 %) y Australia (2,56 %). “Durante la pandemia, el número de artículos enviados a las revistas brasileñas de la biblioteca SciELO registró un aumento de un 23 %”, señala Abel Packer, coordinador de la colección, que reúne a 315 revistas brasileñas de acceso abierto de diversas áreas del conocimiento. “En la cuarentena, muchos científicos aprovecharon el aislamiento forzoso para redactar los manuscritos que tenían en mente, generando trabajo extra para los editores”, dice. Entre 2020 y julio de 2022, la biblioteca SciELO ha publicado casi 60.000 documentos científicos, entre artículos originales, de revisión y editoriales. De este total, 3.773, el equivalente a algo más del 6 %, fueron sobre el covid-19.

Las revistas de ciencias de la salud dedicaron el 11 % de su contenido a este tema, que también movilizó a otras disciplinas. En la lista con los 10 títulos de la biblioteca SciELO con mayor cantidad de artículos abordando la emergencia sanitaria, se destaca la Revista de Administração Pública, editada desde 1967 por la Fundación Getulio Vargas (FGV). Entre 2020 y julio de 2022, publicó 60 artículos sobre temas relacionados con la pandemia, un tercio de su producción total. El espacio destinado por la revista de la FGV solo quedó detrás, en proporción, de Brazilian Journal of Infectious Diseases, que llegó a publicar 63 artículos dedicados a la enfermedad sobre un total de 179 entre 2020 y 2022. La lista de las 10 revistas que más se involucraron en el tema (véase la infografía), incluye títulos del campo de la salud y otros como trabajo, educación, políticas públicas e interdisciplinariedad.

En la lista de los artículos de las revistas de Brasil que obtuvieron más citas se observa una tendencia curiosa: una buena parte de los mismos trataba sobre los efectos de la pandemia en la salud mental. La tabla incluye estudios sobre los niveles de estrés, depresión y ansiedad en el marco del aislamiento social; el vínculo entre los rasgos de la personalidad y la prevención de la enfermedad; y el impacto sobre la salud mental y sobre el desarrollo de los niños brasileños. El artículo con mayor repercusión, con más de 500 citas en la base de datos Web of Science, fue un editorial de la revista Brazilian Journal of Psychiatry intitulado “Pandemia de miedo y covid-19: el impacto sobre la salud mental y las posibles estrategias”, que llevó a cabo un análisis de la literatura científica disponible hasta principios de 2020 al respecto del impacto de las epidemias y las catástrofes naturales sobre la salud mental de la gente y enumeró, basándose en esas evidencias, recomendaciones para que los gobiernos, los hospitales y los centros de referencia, como así también los grupos de apoyo y los individuos particulares, pudieran hacer frente al problema.

Rodrigo Cunha

El autor principal del estudio, el psicólogo Felipe Ornell, comenta que la idea de hacer este trabajo surgió en febrero de 2020, incluso antes de la aparición de los primeros casos en Brasil. “Conversé con el psiquiatra Felix Kessler, quien había sido codirector de mi máster, y notamos que había un pánico propagado entre la gente. Inicialmente, esto se manifestaba en actitudes como la de atiborrar el carrito del supermercado con papel higiénico para acopiar en el hogar. Un sinfín de temores acumulados generarían una carga de estrés que, crónicamente, acentuarían o desencadenarían síntomas y trastornos mentales”, dice Ornell, quien trabaja en el Centro de Investigaciones sobre Alcohol y Drogas del Hospital de Clínicas de Porto Alegre y realiza un doctorado en psiquiatría en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul. “Esto probablemente nunca había sucedido a tan gran escala y nuestra hipótesis plantea que este temor generaría una carga de problemas de salud mental, o más bien una pandemia de miedo dentro de una pandemia biológica”. En su opinión, el hecho de que el artículo haya sido aceptado y publicado rápidamente –al mes siguiente, en marzo– resultó clave para que se convirtiera en una referencia para estudios posteriores. “El editorial fue uno de los primeros en tratar sobre el tema, planteando varias hipótesis, muchas de ellas estudiadas y confirmadas más adelante”. Este trabajo, que figura entre los cinco más leídos del sitio web de Brazilian Journal of Psychiatry, ayudó a elevar el factor de impacto de la revista, que pasó de 2,46 en 2020 a 6,3 en 2022.

Naturalmente, tan solo una parte de los estudios marcó la diferencia en la lucha contra la pandemia. Un análisis realizado por un equipo integrado por investigadores de la Universidad Northwestern, la Escuela de Administración Kellogg y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, reveló que las dos terceras partes de los autores que publicaron artículos sobre el covid-19 en 2020 no tenían experiencia en temas relacionados con la enfermedad. Por medio de una herramienta analítica capaz de medir el grado de novedad de un artículo, el grupo descubrió que cuando un investigador más se apartaba de su área de especialización habitual, menor era el impacto de sus trabajos al respecto del nuevo coronavirus.

Rodrigo Cunha

Es cierto que, tras un crecimiento explosivo en 2020 y 2021, la proporción de nuevos estudios sobre el covid-19 ha empezado a perder bríos este año. Según el análisis de Philip Shapira, la cuota de artículos sobre la enfermedad siguió incrementándose en los cuatro primeros meses de este año, pero a un ritmo más lento que en 2021. Y en 70 ramas del área médica, tales como farmacología, medicina de urgencias y sistema respiratorio, el porcentaje ha disminuido. “Ahora que se han subsanado muchas de las lagunas del conocimiento clínico y epidemiológico, la mayoría de los científicos han vuelto a centrarse en sus intereses específicos”, declaró Alimuddin Zumla, especialista en enfermedades infecciosas de la University College de Londres, a la revista Science. Según él, esto es una buena noticia. “Hay muchas otras enfermedades prioritarias que se han descuidado durante la crisis del covid-19 y requieren atención”. Un estudio publicado en febrero en la revista PLOS ONE ha apuntado un desplazamiento de la financiación de las investigaciones científicas en favor del nuevo coronavirus y, simultáneamente, una disminución de las inversiones en ensayos clínicos y nuevos tratamientos, que se vieron interrumpidos forzosamente a causa de la emergencia sanitaria, con la única excepción de los ensayos clínicos de las vacunas contra el Sars-CoV-2.

“Es necesario reorientar los incentivos hacia la ciencia básica y otras áreas de la investigación biomédica desatendidas o abandonadas temporalmente”, escribieron Massimo Riccaboni, de la Escuela de Estudios Avanzados de Lucca, Italia, y Luca Verginer, del Instituto Federal de Tecnología de Zúrich, en Suiza, autores del estudio. Para Shapira, el resultado perdurable de toda esta movilización es el aprendizaje que han acumulado los científicos. “La lucha contra la enfermedad probablemente ha capacitado a todo un conjunto de investigadores y les ha enseñado a pensar en las pandemias desde el punto de vista médico y de la salud pública. Ha habido una inversión en capital humano”, dijo a la revista Science.

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