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Medio ambiente

La ruta de la basura hasta el mar

Un estudio de la ONU identifica a las ciudades brasileñas que desechan más residuos plásticos y los ríos que los transportan

Puede ser productivo examinar las ciudades del interior de Brasil y las redes fluviales para saber de dónde proceden las botellas de plástico, los envases de champú, los hisopos o bastoncillos de algodón, las bolsas, los vasos y cubiertos descartables, las partes de cajas de poliestireno expandido y otros materiales plásticos que llegan a la costa brasileña y contaminan el mar. En un diagnóstico publicado en octubre, elaborado por Blue Keepers, un proyecto de la Plataforma de Acción para el Agua y los Océanos del Pacto Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Brasil, siete ciudades sin playas marinas –Manaos (Amazonas), Teresina (Piauí), Brasilia (Distrito Federal), Goiânia (Goiás), Campo Grande (Mato Grosso do Sul), Belo Horizonte y Contagem (Minas Gerais)– aparecieron como las ciudades con las mayores cantidades de residuos plásticos desechados que llegan al mar, principalmente a través de los ríos Amazonas, Tocantins, São Francisco, Tietê y Paraná y sus afluentes. A ellas se les suman las ciudades costeras, desde Belém (Pará) hasta Porto Alegre (Rio Grande do Sul), y dos capitales ubicadas cerca de la costa, São Paulo y Curitiba (Paraná).

Con base en los ingresos per cápita de la población, el índice de saneamiento y otros indicadores detallados en un artículo publicado en octubre en la revista Journal of Environmental Management, este diagnóstico señala a la región norte del país como una de las principales fuentes de materiales plásticos desechados en el medio ambiente. Esto se debe a la falta de centros de reciclado y a la vasta red hidrográfica. La zona con mayor vertido de residuos, debido a su alta densidad de población, comprende la región sudeste, como así también partes del centro-oeste y el sur, cuyos ríos desembocan en el río Paraná.

El delta del río Amazonas, la ciudad de Belém, la desembocadura del río São Francisco, la bahía de Guanabara, la laguna de los Patos y la desembocadura del Río de la Plata, continuación del Paraná, han sido apuntados como los lugares con mayor riesgo de vertido de residuos plásticos en el océano, según el trabajo de Blue Keepers. En su elaboración participaron investigadores del Instituto Oceanográfico (IO) y del Instituto de Estudios Avanzados (IEA), de la Escuela de Artes, Ciencias y Humanidades (EACH), todos ellos de la Universidad de São Paulo (USP), y del Instituto Federal de Rio Grande do Sul (IFRS), con el apoyo de Braskem y Ocean Pact (véase el mapa).

“El desplazamiento de los plásticos hacia los ríos y el mar depende en gran medida de las lluvias, del declive del terreno y del viento”, dijo Alexander Turra, del IO y de la Cátedra UNESCO para la Sostenibilidad de los Océanos del IEA, al presentar los resultados preliminares de la investigación en el congreso Diálogos de la Cultura Oceánica, celebrado en Santos (São Paulo) en el mes de octubre. Según él, el viento puede transportar los residuos de los vertederos sanitarios situados a orillas de los ríos.

“El problema no es solo de las poblaciones costeras, sino también del interior del país; necesitamos llevar esta información a los hogares de todos los brasileños, para evitar la fuga de residuos plásticos”, dijo Gabriela Otero, coordinadora de Blue Keepers. Los dos objetivos principales de este proyecto de la ONU con la mira puesta en 2030 consisten en reducir en un 30 % la cantidad de plástico que llega a la costa de Brasil y reforzar la gestión de residuos sólidos en 100 municipios brasileños.

Alexandre Affonso

Las ciudades prioritarias
La primera ciudad por monitorearse es Río de Janeiro. Otros municipios prioritarios son Manaos, Belém, São Luís (Maranhão), Fortaleza (Ceará), Natal (Rio Grande do Norte), João Pessoa (Paraíba), Recife (Pernambuco), Maceió (Alagoas), Aracaju (Sergipe), Salvador (Bahía), Vitória (Espírito Santo), São Paulo, Baixada Santista (São Paulo) y Porto Alegre (Rio Grande do Sul). Las medidas para reducir la cantidad de residuos plásticos forman parte de los objetivos de la Década de los Océanos, creada por la ONU en 2020. Se calcula que, a escala mundial, circulan actualmente por las aguas marinas 150 millones de toneladas de plásticos.

Según el estudio de Blue Keepers, cada brasileño desecha un promedio de 16 kilogramos de materiales plásticos al año, de los cuales una gran parte corre un alto riesgo de llegar al mar. Los valores más altos se registraron en los municipios de la costa de las regiones sudeste y sur, que experimentan un gran aumento de población durante el verano y los días feriados. De acuerdo con este estudio, también llegan al mar 3,4 millones de toneladas de materiales plásticos desechados por los brasileños anualmente, lo que equivale al 47,8 % de las 7,1 millones de toneladas de plástico procesadas en 2021 en el país, según la Asociación Brasileña de la Industria del Plástico (Abiplast).

El estudio indica que la recolección de residuos plásticos debe pensarse a escala regional y no solamente por cada municipio, que puede no ser necesariamente la fuente, sino el destino de los materiales indeseables. Marcos Libório, secretario de Medio Ambiente del municipio de Santos, coincidió: “Nuestra playa se limpia a diario, pero esto no es suficiente. Necesitamos trabajar mancomunadamente con los nueve municipios de la zona de Baixada Santista”.

Al ser una ciudad turística, la población de Santos puede pasar de los 433.000 residentes actuales a alrededor de 1.500.000 durante las temporadas de verano soleadas, lo que incrementa el riesgo de que los productos plásticos lleguen al mar. En las campañas realizadas entre el otoño de 2019 y el verano de 2020, un equipo integrado por investigadores de las universidades federales de São Paulo (Unifesp) y Pernambuco (UFPE) y del Instituto Mar Azul (IMA) recogió 62.638 residuos marinos en las playas de la ciudad. De este volumen, la proporción de materiales plásticos, incluida la espuma de poliestireno, que se utiliza en envases, oscilaba entre el 64,8 % y el 72,5 %, según se describe en un estudio publicado en febrero de 2021 en la revista Marine Pollution Bulletin.

La Política Nacional de Residuos Sólidos de Brasil, aprobada en 2010, prevé el establecimiento de metas de reducción, reutilización, reciclado y destinación ambientalmente adecuada de los materiales desechados para los próximos 20 años. En 2020, el 74,4 % de los municipios brasileños había implementado, aunque parcialmente, la recolección selectiva de residuos, una de las vías para alcanzar estos objetivos, pero el 25,6 % seguía eliminándolos sin ningún tratamiento previo, violando la normativa vigente, según el Panorama de Residuos Sólidos 2021 de la Asociación Brasileña de Empresas de Limpieza Pública y Residuos Especiales (Abrelpe). Karen de Oliveira Silverwood-Cope, coordinadora general de Océano, Antártida y Geociencias del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI), recordó que aún no existe una regulación referente a la gestión del plástico ya desechado en el medio ambiente.

Artículos científicos
ALENCAR, M. V. et al. How far are we from robust estimates of plastic litter leakage to the environment. Journal of Environmental Management. v. 323, 116195, p. 1-11. 2 oct. 2022.
RIBEIRO, V. V. et al. Marine litter on a highly urbanized beach at Southeast Brazil. Marine Pollution Bulletin. v. 163, 111978, p. 1-8. sept. 2021.

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