Las ballenas son los animales más grandes del planeta, e importantes recicladoras de nutrientes de los océanos. Consumen una cantidad colosal de alimentos y sus excrementos fertilizan las aguas cercanas a la superficie. Sin embargo, era difícil saber cuánto comen las grandes ballenas porque buscan a sus presas a profundidades de hasta 100 metros. Para conocer mejor el consumo de estos mamíferos gigantescos (los mayores llegan a medir 30 metros de largo), un grupo liderado por el ecólogo Matthew Savoca, de la Universidad Stanford, en Estados Unidos, rastreó el desplazamiento de 321 ballenas de siete especies distintas entre 2010 y 2019, y, mediante el uso de sonares, estimó el tamaño y la densidad de los cardúmenes de plancton y peces que ingirieron. Conclusión: las ballenas de gran porte consumen tres veces más alimento al año de lo que se calculaba. Por ejemplo, una ballena azul (Balaenoptera musculus) come 16 toneladas de peces, calamares y pequeños crustáceos por día (Nature, 4 de noviembre). En la actualidad, tan solo en el océano Antártico, las ballenas reciclan anualmente 1.200 toneladas de hierro, un nutriente esencial para la reproducción del plancton, organismos microscópicos que están en la base de la cadena trófica marina y ayudan a capturar el dióxido de carbono de la atmósfera. Se estima que esa cantidad de hierro habría sido hasta 10 veces mayor al comienzo del siglo XX, antes del inicio de la caza industrial, que diezmó a varias especies.
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