El Teatro Municipal de São Paulo fue elegido por el cantante y compositor de rap Emicida para la grabación de un show que es el hilo conductor del documental AmarElo – É tudo para ontem. Para hablar de los negros que protagonizaron la historia brasileña durante los últimos 100 años, pero que fueron invisibilizados, según sus propias palabras, el artista optó por el teatro que en 1922 fue el escenario de una manifestación que reclamaba un mayor protagonismo nacional para la producción artística: la Semana de Arte Moderno. Al explicar su elección, Emicida declaró en una entrevista concedida al periódico El País Brasil que el escritor Mário de Andrade, una figura central de ese movimiento, por muy cercano que fuera a la elite, se había dado cuenta de que la cultura popular constituía la mejor lente para entender la realidad de Brasil.
La Semana de Arte Moderno se convirtió en un símbolo a partir del cual se erigió una narrativa de la eclosión del modernismo en el país. Los investigadores han buscado aspectos desconocidos de los principales autores, artistas y obras, o impulsan relecturas de la historiografía del movimiento. En tres reportajes, Christina Queiroz muestra reflexiones recientes al respecto de este relato en constante reelaboración, debatiendo su rol en el proceso de renovación de la cultura brasileña, el protagonismo femenino y las experiencias modernistas por todo Brasil.
La antropofagia, una de las derivaciones de la “Semana”, preconizaba la asimilación de diferentes culturas, ya fueran europeas o indígenas. Tupy or not tupy, that is the question, es la frase más conocida del Manifiesto antropófago lanzado por el grupo de Oswald de Andrade en 1928. Investigaciones recientes muestran que Mário de Andrade consideraba inadecuado el uso de lenguas indígenas para hacer chanzas y que las propuestas de este movimiento eran insuficientes para entender a Brasil.
Los pueblos que hablaban la lengua tupí se dispersaron por todo América del Sur en un movimiento territorial que comenzó hace casi 3.000 años y que habría estado compuesto por una población de cinco millones de individuos. Los análisis de las características genéticas tupíes actuales sugieren que este desplazamiento habría estado aliado a una explosión poblacional. Más allá de ayudar a entender la expansión de los pueblos tupíes, que producían objetos de cerámica y hacían de la horticultura un modo de vida, estos datos, comparados con los de las etnias que hablaban otros idiomas, contradicen la idea bastante difundida de que la barrera física impuesta por la cordillera de los Andes impidió la mezcla genética de las poblaciones a ambos lados de la misma.
La propagación de la variante ómicron del nuevo coronavirus generó nuevas preocupaciones en un contexto de amplia reanudación de las actividades. Los datos, aún iniciales, sugieren que esta nueva variante es más transmisible pero sería menos agresiva que las anteriores. La pandemia de covid-19 ya lleva dos años, y la médica Eloisa Bonfá comenta cómo fue dirigir el Hospital de Clínicas (HC) de la Universidad São Paulo para hacer frente al virus Sars-CoV-2. El HC, el mayor complejo hospitalario de Latinoamérica, se reorganizó, puso a disposición sus instalaciones y equipos profesionales, amplió su capacidad de atención, realizó investigaciones y recaudó fondos.
En este último editorial, escrito en 2021 para la primera edición de 2022, les damos las gracias a todos y a todas quienes han leído nuestros artículos, escucharon nuestros programas o visualizaron los videos realizados por Pesquisa FAPESP. Su participación es fundamental para la difusión del conocimiento científico y esperamos seguir contando con esa colaboración durante el año que comienza.
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