Una pequeña araña de la familia Theridiosomatidae encontrada en la Amazonia peruana desarrolló una estrategia ágil y proactiva para conseguir comida. En lugar de esperar que los insectos se prendan a la telaraña, ella la usa como honda para capturar la comida. Al recoger un hilo de seda prendido a un objeto fijo, la araña mantiene su telaraña estirada, en forma de cono. Cuando algún desprevenido se acerca, ella suelta el hilo, tirándose junto con la telaraña, sobre su plato de comida. Recoge rápidamente el hilo y deja la estructura lista para la siguiente captura. Usando cámaras que graban imágenes ultrarrápidas, la biofísica Symone Alexander y el ingeniero químico Saad Bhamla, del Instituto de Tecnología de Georgia en Estados Unidos, calcularon la aceleración lograda por la telaraña, apodada “honda”: 600 metros por segundo al cuadrado, casi 50 veces más que la de un guepardo, uno de los felinos más veloces del mundo. Es la velocidad que le impone a su cuerpo al lanzarse atrás de la presa. Esta aceleración es suficiente para hacer que, en millonésimas de segundo, la telaraña alcance la velocidad de 15 kilómetros por hora. Estos datos fueron presentados en marzo en la reunión de la Sociedad Física Americana en Boston, Estados Unidos. Puede verse la araña en acción.
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Más ágil que un guepardo
Araña de la familia Theridiosomatidae con su telaraña lista para arrojársela a la presa
Lawrence E. Reeves/ Universidad de Florida
