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Entrevista

Max Langer: Cómo clasificar la vida prehistórica

El paleontólogo explica aquello que convierte a un reptil en un dinosaurio y habla del debate acerca del origen de esos animales

El investigador de la USP en el afloramiento de la región de Santa Maria

Archivo personal

El paleontólogo Max Langer, de la Universidad de São Paulo (USP), en su campus de la localidad de Ribeirão Preto, acaba de regresar de un viaje de 10 días a la provincia de La Rioja, en el noroeste de Argentina. Junto a científicos locales y a otros colegas brasileños, participó en recolecciones en enclaves arqueológicos importantes de la formación Ischigualasto, de donde se han extraído, al igual que de la formación Santa Maria, en el estado de Rio Grande do Sul, los dinosaurios más antiguos del mundo.

Langer, de 45 años, conoce con mayor profundidad aún a los fósiles gaúchos. Cuenta con una maestría obtenida en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (en 1996), doctorado en la Universidad de Bristol (en 2001), en el Reino Unido, y ya perdió la cuenta de cuántas veces realizó trabajos de campo en el sector central de ese territorio del sur de Brasil. También participó en el descubrimiento de dos fósiles de dinosaurios hallados en rocas de la edad Carniense (hace alrededor de 230 millones de años) de la formación Santa Maria y es coautor de cinco de los seis trabajos científicos en los cuales se describieron esas especies. En la entrevista que se transcribe a continuación, el investigador habla sobre las evidencias que avalan la hipótesis de que los dinosaurios podrían haber surgido en América del Sur.

¿Qué es lo que convierte a un reptil en un dinosaurio y lo diferencia de otros reptiles contemporáneos?
No es sencillo responder esa pregunta. Hay diferentes formas de distinguirlos. En la actualidad, la definición de lo que es un dinosaurio tiene más que ver con su árbol genealógico, la historia evolutiva de sus miembros, que con algunas características anatómica que serían típicas de ese grupo, tales como la cadera perforada para encastrar con el fémur o las patas posicionadas directamente debajo del cuerpo. Las clasificaciones  modernas se basan en el concepto de clados, que son grupos de organismos que poseen una historia evolutiva común. Los dinosaurios están definidos con base en la ubicación filogenética de tres géneros a los cuales clásicamente se los toma como representantes de sus linajes principales: el terópodo (bípedo carnívoro) Megalosaurus, el ornitisquio Iguanodon y el saurópodo (cuadrúpedo herbívoro) Cetiosaurus. Partimos de esos tres animales y recorremos su árbol genealógico hasta llegar a un ancestro común. A partir de esa definición, todos los descendientes de ese antepasado común son considerados dinosaurios. Por eso es, por ejemplo, que las aves son clasificadas como dinosaurios. Ellas descienden de ese ancestro común.

¿Qué importancia le adjudican los paleontólogos al debate sobre el sitio en que los dinosaurios habrían surgido?
Ese debate está relacionado, en parte, con un cierto orgullo, al poder decir que los dinosaurios habrían surgido en su país o, en la peor de las hipótesis, en su continente o hemisferio. Pero el tema no se circunscribe meramente a eso. Como paleontólogos, estudiamos los modelos de diversidad y distribución geográfica de las especies a los largo de la historia geológica. Se trata de ciencia básica. Es importante entender cómo se difundieron los diferentes linajes de dinosaurios, que son animales muy populares y llaman la atención. Los fósiles son frágiles y su registro es incompleto. Sabemos que un nuevo descubrimiento puede cambiarlo todo, si bien que, con base en las evidencias con las que contamos actualmente, lo más probable es que los dinosaurios hayan surgido en Gondwana, la mitad austral del supercontinente Pangea que existía hace alrededor de 230 millones de años. Para ser más preciso, lo más probable es que hayan surgido en el oeste de Gondwana, en lo que hoy en día es el sur de América del Sur y de África. Incluyo también a África, que estaba unida a América del Sur en Gondwana, porque estamos trabajando en la descripción de un dinosaurio africano que tiene más o menos la misma edad de los nuestros.

¿Los dinosaurios más antiguos de las formaciones Santa Maria e Ischigualasto podrían haber mantenido algún tipo de contacto?
Lo más probable es que sí. Algunos dinosaurios, como en los casos de Chromogisaurus novasi, de Argentina, y Saturnalia tupiniquim, guardan mucha similitud. Incluso hay algunos que sugieren que serían la misma especie. También hay otros animales que vivían tanto aquí como allí. Los rincosaurios [un tipo de reptiles herbívoros] del género Hyperodapedon están representados por dos especies, H. mariensis y H. sanjuanensis, cuyos fósiles se encontraron por igual en ambas formaciones.

La paleontología en Estados Unidos y en Europa está más desarrollada que aquí. ¿Por qué hasta ahora ellos no han hallado dinosaurios más antiguos que los de América del Sur?
Porque no basta con tener dinero. Casi todas las rocas del Triásico Superior de Estados Unidos con registros fósiles de tetrápodos, el grupo que incluye a los anfibios, reptiles, aves y mamíferos actuales fueron datadas. Algunas son más antiguas que las de Santa Maria e Ischigualasto, pero no tienen dinosaurios. Por supuesto que sería posible que hayan existido allí dinosaurios tan antiguos como los nuestros, aunque posiblemente, al no haber sido tan abundantes en esas regiones, no se habrían preservado. Esa es una de las hipótesis. O bien, podría ser que no hubieran existido en América del Norte. En Europa hay dos localidades, una en Polonia y otra en Escocia, que parecen tener rocas de la misma edad que las de Santa Maria e Ischigualasto. Pero en ellas tampoco se hallaron dinosaurios. Por eso digo que, por ahora, las evidencias apuntan que los dinosaurios habrían surgido en América del Sur.

¿Pero el hecho de haber encontrado en África el fósil de un reptil de 245 millones de años no debilita la hipótesis a favor de América del Sur?
En efecto, la debilita un poco, aunque ni de lejos derriba esa hipótesis. El fósil de este posible dinosaurio hallado en Tanzania, Nyasasaurus parringtoni, está muy mal conservado. Tan solo se hallaron algunas vértebras y parte de un húmero. No puede saberse ni siquiera si fue realmente un dinosaurio. Claro que podría serlo. Pero solo a partir de eso no puede decirse que los dinosaurios surgieron en otro sitio y no en América del Sur. Haría falta disponer de un conjunto más completo de fósiles de dinosaurios de otras partes del mundo en rocas de la misma edad o más antiguas que las de Santa Maria e Ischigualasto para refutar la idea del origen sudamericano de estos animales.

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