Los sensores electroquímicos que se aplican sobre la piel para monitorear los parámetros de salud o el rendimiento físico pueden fabricarse con nanocelulosa microbiana, un polímero natural que se utiliza en apósitos y sustituye a los impresos en plástico, comunes en el mercado (Talanta, 19 de mayo). Esta posibilidad quedó demostrada en un proyecto que llevaron a cabo investigadores de la Universidad de São Paulo (USP), en su campus de São Carlos, en colaboración con equipos científicos de otras instituciones. Según el coordinador del proyecto, Osvaldo Novais de Oliveira, de la USP, los sensores de nanocelulosa ofrecen ventajas en comparación con los de plástico: no son tóxicos ni irritan la piel. Además son semipermeables, lo que permite la detección de sustancias en el sudor. “Hemos demostrado que pueden detectar metales pesados, hormonas y ácido úrico; y modificados, logran identificar la glucosa”, sostiene.
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