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Trayectorias

Un menú no convencional

Una investigadora del estado brasileño de Pernambuco es doblemente premiada por sus estudios con comunidades extractivas y el consumo sostenible de alimentos

Archivo personal Patrícia Medeiros es una de las ganadoras de la edición actual del International Rising Talents AwardsArchivo personal

Con la expectativa de hacer un mejor uso de la biodiversidad, la bióloga Patrícia Medeiros ha destacado en estudios sobre la popularización de las plantas alimenticias no convencionales –también conocidas como PANC–, como así también por las oportunidades que este tipo de productos ofrece a las comunidades extractivas. “Es un trabajo que me permite contribuir a la generación de ingresos y a una mejora de la vida de las personas, además de promover la demanda de alimentos no asociados al uso de insumos agrícolas”, sintetiza la investigadora oriunda de la ciudad de Recife, capital del estado brasileño de Pernambuco.

Medeiros fue galardonada por primera vez en 2019 con el premio Mujeres en la Ciencia, que concede en Brasil la empresa francesa de cosméticos L’Oréal, en asociación con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Academia Brasileña de Ciencias (ABC). La científica fue nuevamente nominada este año en la edición mundial del premio. En esta ocasión, como una de las 15 ganadoras del International Rising Talents Awards, que reconoce el trabajo de las mujeres científicas en diferentes regiones del mundo. Ambos premios, por un monto de 50 mil reales y de 15 mil euros, respectivamente, están siendo utilizados por Medeiros para el desarrollo de investigaciones sobre plantas alimenticias en comunidades del estado de Alagoas situadas en zonas del Bosque Atlántico, en el Laboratorio de Ecología, Conservación y Evolución Biocultural de la Universidad Federal de Alagoas (Leceb-Ufal), del cual es una de las coordinadoras.

Fue mientras cursaba la carrera de ciencias biológicas, en la que ingresó en 2004, en la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE), cuando Medeiros tuvo su primer contacto con la etnobiología, un área de estudios que combina aspectos culturales de las comunidades extractivas y sus relaciones con la biodiversidad. “Es un campo en el que convergen los estudios de los seres vivos y la antropología, ya que es necesario conocer en profundidad las relaciones entre las poblaciones estudiadas y el medio ambiente”, explica. En su maestría en botánica, culminada en la Universidad Federal Rural de Pernambuco (UFRPE) en 2010, Medeiros indagó en el uso de productos de madera para fines domésticos, como la construcción de viviendas en áreas Bosque Atlántico del nordeste brasileño. En tanto, en su doctorado, también desarrollado en la UFRPE y finalizado en 2012, investigó las pautas de uso de plantas medicinales en diversas comunidades nacionales, a partir de estudios publicados por otros autores.

Desde 2018, Medeiros está abocada a la investigación de las especies silvestres del PANC, y recaba datos sobre la producción realizada por las comunidades extractivas en el municipio de Piaçabuçu, en el litoral sur del estado de Alagoas. Entre las especies estudiadas se encuentran la jagua o huito (Genipa americana), el ñame brasileño o papa de aire, con denominaciones diversas en distintas regiones (Dioscorea trifida), la guayaba agria o cimarrón (Psidium guineense) y la oreja de elefante u ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium). Además de investigar las propiedades nutricionales y la abundancia de estos alimentos en los bosques locales, la investigadora también trabaja en la popularización de las PANC y la expansión de su consumo. A pesar de su gran potencial como alimento, en general las PANC siguen siendo infrautilizadas, principalmente por la población que vive en las áreas urbanas. Una de las barreras para un mayor uso de estas especies proviene de la renuencia al consumo de alimentos desconocidos, la llamada neofobia alimentaria. “Este comportamiento, que se detecta principalmente en la infancia, también es bastante común entre los adultos”, dice la investigadora.

Para ampliar la inclusión de las PANC en el menú nacional, Medeiros estudia la posibilidad de designarlos con nombres similares a los de otras plantas, ya consolidadas en la cocina habitual. A modo de ejemplo, ella cita el caso de la pimienta rosa, una PANC que se obtiene del fruto del árbol conocido en Brasil como aroeira, también turbinto o falsa pimienta (Schinus terebinthifolia). “Basándonos en el conocimiento popular, hemos planteado una hipótesis, que ahora estamos probando, de que esta correspondencia puede incrementar la aceptación del producto”, añade.

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