El aumento de la automatización y de la mecanización agropecuaria y el acceso a nuevas tecnologías están modificando el perfil del sector rural brasileño. Esta es una de las conclusiones a las que se arriba al analizar los resultados del Censo Agropecuario, divulgado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) en octubre de 2019. Según este estudio, que se elaboró con datos de 2017, mientras que la cantidad de productores con acceso a internet creció un 1.900% desde 2006, y la de los establecimientos con tractores y cosechadoras aumentó casi un 50%, el conjunto del personal ocupado se redujo en 1,5 millones, lo que representa una caída del 9% en relación con el estudio anterior.
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“En los últimos años, los productores rurales invirtieron fuertemente en la adquisición de maquinarias. A partir de eso, hubo una disminución de la cantidad de trabajadores. La sustitución del hombre por las máquinas es un fenómeno evidente en varios sectores de la economía”, dice el analista del IBGE Marcelo Souza de Oliveira. En 2017, la mano de obra rural, de 15,1 millones de personas, fue la menor desde 1960 (vea la infografía en la página de al lado).
En un estudio que llevó a cabo el Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea), de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz de la Universidad de São Paulo (Esalq-USP), también se detectó la supresión de empleos en el campo. Según el Cepea, los datos recabados por la Investigación Nacional Continua por Muestreo de Domicilios (PNAD-Continua) del IBGE, revelan que el personal ocupado en actividades agropecuarias se redujo en un 16% entre 2012 y 2018, lo que equivale a 1,6 millones de trabajadores.
Un efecto positivo del uso intensivo de tecnologías es el aumento de la productividad. En el cultivo de soja, la misma creció un 30% en el período comprendido entre los censos 2006 y 2017, mientras que en el del maíz, se incrementó en un 56%, y en el del arroz, llegó al 60%. “Cuando hablamos de tecnología, no nos referimos solamente a la mecanización, la automatización e internet, sino también a la adopción de técnicas de riego y de siembra y al uso de fertilizantes, agroquímicos y biotecnología”, explica Souza de Oliveira.
Mayor concentración
El Censo Agropecuario incluso reveló que la estructura agraria en Brasil seguía estando concentrada en manos de una cantidad reducida de propietarios. En 2017, el país contaba con 51.200 establecimientos de al menos mil hectáreas (10 kilómetros cuadrados, una superficie similar a 1.400 canchas de fútbol sumadas). En conjunto, estos representaban el 1% del total de propiedades rurales, pero concentraban el 48% del área ocupada. En 2006, la participación de esos establecimientos de mayor porte era del 45%.