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ECOLOGÍA

Una cangrejada de riesgo

Crustáceos del litoral paulista acumulan metales pesados y exhiben alteraciones orgánicas

desde São Vicente, en la costa de São Paulo

La vida en el manglar: torácicos y ostras adheridos a los troncos de mangle rojo (a la izquierda) y un cangrejo de manglar (a la derecha)

Eduardo CesarLa vida en el manglar: torácicos y ostras adheridos a los troncos de mangle rojoEduardo Cesar

Poco antes de las ocho de la mañana, delante de su laboratorio, el biólogo Marcelo Pinheiro cuenta cómo ayudó a construir este campus de la Universidade Estadual Paulista (Unesp) en la localidad de São Vicente, donde es profesor desde hace 10 años, y hace una cuenta rápida: ya debe haber abierto y examinado 12 mil cangrejos de manglar desde 1998. A Pinheiro le gusta comer una buena cangrejada, pero no se arriesga a comer ninguna hecha con los crustáceos de la zona de Santos y São Vicente. “No haga eso”, desaconseja.

Pinheiro y su equipo verificaron que cuatro de los seis metales pesados que ellos evaluaron –cadmio, cobre, plomo y mercurio– aparecían en niveles superiores a los permitidos por la ley en muestras de agua, en sedimentos y en los propios cangrejos de los manglares de los municipios paulistas de Cubatão, Bertioga, Iguape, São Vicente y Cananeia. En las regiones con mayor concentración de esos metales, los cangrejos presentaban una proporción mayor de células con alteraciones genéticas asociadas a la existencia de malformaciones.

El peor resultado, con contaminación amplia, se registró en Cubatão. De acuerdo con el estudio, detallado en la tesis doctoral de Luís Felipe de Almeida Duarte, presentada en mayo, las únicas áreas libres de metales pesados estaban en el municipio de Peruíbe, cerca de la Estación Ecológica de Jureia-Itatins, donde Pinheiro no dudaría en pedir una cangrejada o un chupín de cangrejo de manglar.

Esa especie (Ucides cordatus), de garras lilas y caparazón en general celeste o amarillento, vive en manglares a lo largo del litoral brasileño, desde el estado de Amapá hasta el de Santa Catarina. Debido a la degradación de esos ecosistemas y a la explotación intensiva, la producción, totalmente artesanal, ha decrecido pese al aumento de la captura. El Ministerio de Medio Ambiente registró 6.800 toneladas en 2007, menos de la mitad de las 15 mil toneladas de 1994. Esa merma está acompañada de un elevado índice de pérdida debido a las malas condiciones de transporte, el cual, de acuerdo con una propuesta de Embrapa Medio Norte, empresa estatal con sede en el estado nordestino de Piauí, podría reducirse del 55% al 5% mediante el uso de cajas plásticas con capas de gomaespuma humedecida con agua del estuario.

Según Pinheiro, el agua es el principal vehículo de dispersión de metales. En la zona conocida como Baixada Santista, el agua disponible para el consumo humano es captada fundamentalmente en la represa Billings y en el río Pilões, aunque otros ríos de la meseta paulista abastecen los estuarios de la región. “No conocemos la calidad del agua de allí. No me sorprendería que llegase al litoral contaminada”, dice. Las fábricas de Cubatão, que antes contaminaban mucho, “instalaron filtros, pero desconozco si permiten análisis más finos de los residuos que se vierten en los ríos de ese municipio”. En Iguape, la fuente de metales pesados son los residuos de la minería que descienden por el río Ribeira de Iguape. Asimismo, pocos municipios de la zona de Baixada Santista tratan todos los desagües domiciliarios e industriales antes de arrojarlos al mar, y embalajes plásticos y otras formas de basura, que incluyen piezas de televisores y juguetes, se esparcen sobre los manglares de las islas cercanas, protegidos por ley contra la ocupación humana.

Cangrejo de manglar

Eduardo CesarCangrejo de manglarEduardo Cesar

En Bertioga, donde el equipo de la Unesp no esperaba encontrar cangrejos contaminados, se detectó una posible fuente contaminante adicional: un antiguo basural desactivado en 2011 y actualmente cubierto, pero que podría estar emanando sustancias químicas indeseables hacia el río Itapanhaú, donde quedan las tres áreas analizadas. “No hay más lixiviado vertiéndose”, asegura Marisa Roitman, secretaria de Medio Ambiente de Bertioga. Según Roitman, se está haciendo una investigación para ver si el lugar debe ser descontaminado. “No existe una ocupación industrial que pueda haber acarreado contaminación por metales pesados en Bertioga”, dice. Pinheiro comenta que no tuvo acceso a un mapeo de las industrias de Bertioga. En términos prácticos, existe una incertidumbre con respecto a las fuentes de contaminación y, por lo tanto, a cómo podría combatírselas. “Aún desconocemos los niveles de metales pesados inherentes a los sedimentos de nuestro estado.”

Un nido contaminado
Pinheiro observa que la contaminación descontrolada y de origen incierto está modificando el equilibrio ecológico de los manglares, constituyen la cara menos poética del bosque atlántico. Los manglares son ricos y pulsantes. Protegen a la línea costera contra la erosión y funcionan como nidos para peces y crustáceos. La materia orgánica concentrada en ellos suministra alimento a entre el 50% y el 80% de los peces comestibles del mundo. Pero también son feos y huelen mal debido a la gran cantidad de materia orgánica mezclada entre sus finos sedimentos, a los cuales se adhieren metales pesados. “Cualquier cambio de pH o de salinidad”, dice Pinheiro, “provoca la liberación de los componentes químicos aprisionados en los sedimentos”.

El equipo de la Unesp verificó que los cangrejos de los contaminados manglares de Cubatão tienen 2,6 veces más células con micronúcleos –fragmentos de ADN encapsulados– que los de Jureia, una área sin contaminación. Cuantos más micronúcleos, más irregular fue la división celular y, por ende, mayor el riesgo de que los animales presenten malformaciones. En 2012, Pinheiro cazó en Cubatão un cangrejo muy distinto, con una de las pinzas con cinco dedos fijos en lugar de uno. Muestras de hemolinfa examinadas en el microscopio indicaron una de las posibles causas de esa malformación: el crustáceo tenía 11 células con micronúcleos en cada conjunto de mil células evaluadas, cuando lo normal, como en Jureia, serían dos por mil. “Todavía desconocemos la frecuencia de malformaciones en la población, pero ya hemos detectado que en Cubatão supera a la de las demás áreas estudiadas. El historial de contaminación en la zona sigue siendo la explicación más evidente”, dice.

La basura se acumula en un manglar de São Vicente, en la costa paulista

Eduardo CesarLa basura se acumula en un manglar de São Vicente, en la costa paulistaEduardo Cesar

Nicholas Kriegler, de su equipo, está investigando la cantidad de micronúcleos en otras dos especies de cangrejos de manglares: el Aratus pisonii, que vive en árboles y se alimenta de hojas verdes, y el Goniopsis cruentata, también llamado cangrejo de raíz de mangle, de caparazón oscuro, patas rojas y dieta más amplia, que incluye cangrejos menores. Los datos preliminares muestran que la frecuencia de alteraciones se ha mantenido: son más comunes en los animales de áreas contaminadas que en los de manglares preservados.

Otros grupos de organismos marinos presentaron alteraciones similares. En 2004 y 2005, Camilo Seabra, docente de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) y de la Universidad Santa Cecília (Unisanta), ambas en Santos, recolectó mejillones (Perna perna) de un cultivo de Caraguatatuba, los instaló en jaulas en la bahía de Santos y, tres meses después, detectó señales de contaminación por metales, principalmente plomo, cinc, mercurio y cromo, este último por encima del límite recomendable para el consumo humano. En otro estudio, ostras del género Crassostrea provenientes de un cultivo de Paranaguá, en el estado Paraná, presentaron más alteraciones de ADN que lo normal después de mantenérselas durante un mes en el estuario de Santos.

En un pescado consumido en la región, el robalo (Centropomus parallelus), halló 10 veces más micronúcleos que los verificados en la misma especie en Cananeia. Quizá en parte por eso, de 10 robalos recolectados en la costa en una zona cercana a un área residencial de São Vicente, uno presentaba un tumor cutáneo cerca de uno de los ojos. Según Pereira, alteraciones como ésta son probablemente causadas por los desagües residenciales e industriales que llegan sin haber sido tratados adecuadamente.

Hemolinfa de cangrejo coloreada para análisis

Eduardo CesarHemolinfa de cangrejo coloreada para análisisEduardo Cesar

Las agresiones que provocan esas modificaciones en las células de cangrejos, ostras, mariscos y peces también tienen sus reflejos en la estructura de las comunidades de los seres vivos que habitan el manglar. La degradación ambiental podría favorecer el predominio de algunos grupos de especies en los manglares contaminados y de otros en los manglares limpios. Michel Angeloni, del equipo de la Unesp, verificó que en manglares de Jureia predominan las hormigas del género Crematogaster, en tanto que en los de São Vicente las más encontradas son las hormigas coloradas, del género Solenopsis. La vegetación también parece modificarse. Mientras camina por el manglar de una de las islas de São Vicente, Pinheiro se agacha y recoge un propágulo –un embrión– sinuoso de Rhizophora mangle, árbol conocido como mangle rojo, y comenta: “Esto es atípico. La raíz debería ser recta.”

¿Los cangrejos también estarían más frágiles? Pinheiro se hizo esta pregunta en 2012, cuando encontró un crustáceo parásito (isópodo) de un centímetro de longitud en la cavidad branquial de un cangrejo de manglar recolectado en São Vicente. A comienzos de octubre, al evaluar 15 ejemplares capturados en Cubatão, verificó que el 20% de ellos exhibía sanguijuelas, en ese caso, mucho menores, sujetas a las branquias. Pinheiro cree que la contaminación puede comprometer la resistencia de los cangrejos a la infestación por parásitos y otros organismos. Asimismo, afecciones provocadas por microorganismos, tales como la enfermedad letárgica del cangrejo, causada por un hongo, han provocado desde el comienzo de los años 1990 pérdidas de hasta un 80% de la producción en áreas tales como el nordeste.

Cangrejo de manglar con garra defectuosa recolectado en Cubatão

Eduardo CesarCangrejo de manglar con garra defectuosa recolectado en CubatãoEduardo Cesar

Por falta de tiempo o por no saber dónde hacerlo, los investigadores visitan poco las reparticiones públicas de gestión ambiental para presentar los resultados de sus trabajos, que podrían favorecer acciones preventivas contra la eventual merma de la producción o en la calidad de pescados y otros organismos. Luego de largos debates, científicos y representantes de organismos públicos y de recolectores de cangrejos establecieron límites para la explotación del cangrejo de manglar en Brasil. Sólo pueden recolectarse adultos cuyos caparazones midan más de seis centímetros de ancho. La captura de machos y hembras está prohibida al comienzo del período reproductivo, del 1º de octubre al 30 de noviembre, y la de hembras durante el mes de diciembre, cuando desovan. Se preserva a las hembras con huevos durante todo el año.

Una de las actuales preocupaciones es la posibilidad de explotación excesiva y la consiguiente caída de la producción aún mayor, ya que se trata de una especie que tarda unos 10 años para alcanzar el tamaño máximo. Para evitar este problema, una propuesta de plan nacional de explotación del cangrejo de manglar, del cangrejo azul terrestre o juey común (Cardisoma guanhumi), otra especie de manglar, y del cangrejo azul o jaiba (Callinectes sapidus), divulgada en 2011 por el Ministerio de Medio Ambiente, sugiere una serie de medidas, tales como el monitoreo de contaminantes, la descontaminación de estuarios y manglares y la definición de áreas de rotación, tendientes a lograr una explotación más racional y sostenible. Si los investigadores, las asociaciones de productores, los representantes de órganos públicos y los consumidores logran organizarse e implantar esas medidas, quizá no falten cangrejos de manglar –sin metales pesados– en los próximos años.

Proyecto
Proyecto Uçá III – Impacto genotóxico en poblaciones de cangrejos de manglar Ucides cordatus (Linnaeus, 1763) (Crustacea, Brachyura, Ucididae): evaluación y correlación con la concentración de metales pesados en cinco manglares del estado de São Paulo (nº 2009/ 14725-1); Modalidad Ayuda a la Investigación – Regular; Investigador responsable Marcelo Antonio Amaro Pinheiro (Unesp); Inversión R$ 230.284,91 (FAPESP).

Artículo científico
PINHEIRO, M. A .A. et al. Habitat monitoring and genotoxicity in Ucides cordatus (Crustacea: Ucididae), as tools to manage a mangrove reserve in southeastern Brazil. Environmental Monitoring and Assessment. v. 185, n. 10, p. 8273–85. 2013.

 

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