Una revista creada hace dos años por el Hospital Infantil del Este de Ontario, en Canadá, ya lleva publicados más de 50 artículos científicos escritos por autores menores de 18 años. Los artículos narran los resultados de los trabajos que resultaron ganadores en ferias de ciencias, tales como la producción de bioplásticos o de fertilizantes amigables con el medio ambiente. “Queremos darles a los alumnos la posibilidad de desarrollar sus habilidades precozmente para que puedan convertirse en buenos científicos”, le dijo a la revista Nature Index la socióloga Rhiannon Ng, una de las editoras de la publicación, intitulada Canadian Science Fair Journal. La idea consiste en lograr que los alumnos desarrollen habilidades de escritura como una manera de ayudarlos en su transición entre la enseñanza media y la educación superior. La plataforma de la revista también ofrece un manual de redacción científica para estudiantes y material didáctico sobre diversos temas para su uso en el salón de clases por docentes de enseñanza fundamental y media. Por ahora, el envío de trabajos está limitado a estudiantes canadienses. La revisión por pares funciona como una especie de mentoría. Los trabajos remitidos son evaluados por estudiantes de carreras de grado o de posgrado, familiarizados con el tema abordado. El autor y el editor trabajan en forma colaborativa hasta que el artículo quede listo para su publicación. Varios de los papers están inspirados en experiencias particulares de sus autores. Uno de ellos versaba sobre el uso de superposiciones coloreadas en los textos para ayudar a leer a los alumnos con dislexia, y la coordinadora de ese proyecto, Kalie Bennett, es disléxica.
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De la feria de ciencias al paper
