En Israel ya se están reflejando los efectos de la vacunación contra el covid-19. Según los datos que dio a conocer el Ministerio de Salud de ese país, entre mediados de enero y principios de febrero, se registró un descenso del 41 % en la cifra de casos confirmados de la enfermedad y de un 31 % en el índice de internaciones de pacientes de 60 años o más. Alrededor del 90 % de la población perteneciente a esa franja etaria ya ha sido inoculada con la primera de las dos dosis de la vacuna de la empresa farmacéutica estadounidense Pfizer. Entre los individuos con 59 años o menos –de los cuales se inmunizó a poco más del 30 %–, la merma fue del 12 % en el total de casos confirmados y de un 5 % en las internaciones en el mismo período. “Lo que estamos verificando son unos primeros indicios muy alentadores de que la vacuna está funcionando”, le dijo a la revista Nature el virólogo Florian Krammer, de la Escuela Icahn de Medicina en Monte Sinaí (Nueva York, Estados Unidos). No obstante, se cree que el éxito israelí también se debe a otros factores. El 8 de enero el gobierno decretó un nuevo confinamiento (lockdown) como respuesta al recrudecimiento de la epidemia en el país, algo que, según los expertos, puede haber contribuido a potenciar los efectos de la vacunación.
