Se ha postergado en un año –de 2020 a 2021– la implementación del Plan S, una iniciativa de acceso abierto propuesta por 19 agencias de apoyo a la investigación de varios países, en su mayoría europeos. Con esa decisión se busca dar más tiempo para que las editoriales científicas transformen sus títulos actualmente comercializados por medio de suscripciones en revistas que puedan consultarse libremente en internet, según un modelo de negocios en el cual los costos se cubran exclusivamente mediante tasas cobradas a los autores de los artículo, sin recargar a los lectores. “El año 2020 fue considerado demasiado ambicioso por la comunidad de investigadores y las editoriales que genuinamente desean los cambios”, reveló a la revista Nature Marc Schiltz, presidente de Science Europe, organización que propuso el Plan S. La iniciativa se lanzó en septiembre pasado y, como propone un cambio radical en la comunicación científica, ha desencadenado un debate intenso. En líneas generales, el plan establece que las investigaciones financiadas con recursos públicos serán divulgadas en una revista científica o en una plataforma en la internet a la cual cualquier persona pueda tener acceso sin pagar por ello. La regla impone desafíos a las agencias de fomento, autores y editoras. Las agencias prevén un aumento de los costos de los proyectos de investigación, puesto que los investigadores tendrán que pagar por la publicación de sus papers. Muchos investigadores, por su parte, se quejan de la prohibición de utilizar revistas de alto impacto, pero que no son de acceso abierto. Finalmente, las revistas, tanto las de editoriales comerciales como las de sociedades científicas, se resienten de la posibilidad de perder ingresos. La mencionada postergación pretende dar un poco más de tiempo para que todos los actores se adapten. El cambio de fecha fue uno de los frutos de la consulta pública abierta a principios de año para recolectar sugerencias de perfeccionamiento del plan. Han suavizado otros puntos polémicos, como la propuesta de prohibir publicaciones en revistas híbridas –de acceso cerrado que les cobran a los autores una tasa extra para divulgar los artículos en acceso abierto en la web. La intención era que se pudieran utilizar tales revistas hasta 2023 y, aun así, solo si las editoriales firmaran compromisos de transformarlas enteramente en medios de acceso abierto. Ahora, el plazo se ha extendido hasta 2024 y se permitirán las revistas híbridas que no hayan firmado ese compromiso; bastará que estén de acuerdo con ampliar la cantidad de artículos en acceso abierto a lo largo del tiempo, pudiendo mantener el modelo. Otro punto en el que se ha dado marcha atrás es la idea de establecer una tabla de tarifas cobradas para publicar artículos. En su lugar, se exigirá tan solo que las editoriales sean transparentes acerca de sus costos.
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