Cuando se los molesta, ya sea al tocarlos o al exponerlos a una fuente de luz, los urocordados −también denominados tunicados− de la especie Pirosoma atlanticum emiten una luz azul verdosa. El nombre –Pirosoma– de estos tunicados significa “cuerpo de fuego”, y son en realidad colonias de minúsculos organismos marinos que flotan en las oscuridades oscuras, agrupándose en conglomerados esponjosos que llegan a medir 15 metros de largo. Aún no se sabe cuál es el beneficio de esos destellos, pero su mecanismo bioquímico acaba de ser revelado (Scientific Reports, 20 de octubre). Producen la bioluminiscencia a partir de una enzima luciferasa, a la cual se la denominó PyroLuc.
Imagen enviada por el químico Anderson Garbuglio de Oliveira, docente del Instituto Oceanográfico de la Universidad de São Paulo (IO-USP)
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