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Entrevista

Graham Dellaire: La ciencia hecha con cautela

El biólogo molecular sostiene que el uso ético de la edición génica depende del consenso y de un cambio en la cultura científica

Archivo personal Dellaire: la edición de genes en las células somáticas llegó para quedarseArchivo personal

El biólogo molecular canadiense Graham Dellaire es el director de investigación del Departamento de Patología de la Universidad Dalhousie, en Halifax, Canadá. Estudia los mecanismos que confieren resistencia a las células tumorales frente a los tratamientos oncológicos, la reparación del material genético y la edición de genes por medio de la técnica denominada CRISPR-Cas9. En los últimos años, él y otros colegas han venido manifestando su preocupación con respecto a la seguridad de esa técnica de edición génica y su utilización dentro de un encuadre ético. A continuación, Dellaire se refiere a los test de la CRISPR en seres humanos y a sus implicaciones.

La técnica CRISPR está siendo testeada en pacientes en Estados Unidos y en China. ¿Había evidencias de que eso sería seguro?
Algunos alegan que había evidencias suficientes como para proseguir con los ensayos de edición de genes de células somáticas [las células de órganos y tejidos maduros, que no se transmiten a los descendientes]. Sin embargo, recién ahora en 2020 estamos estableciendo los riesgos potenciales de los efectos en el blanco y más allá del mismo [aquellos que ocurren lejos del tramo que se desea alterar] de la edición con la CRISPR en ratones y seres humanos. Los ensayos en curso en Estados Unidos y en China están revelando que la edición de genes en células somáticas ex vivo, alteradas en laboratorio y luego reintroducidas en el organismo, probablemente es segura. La seguridad de la edición genética de células reproductivas [óvulo y espermatozoide] o de embriones humanos, que puede transmitirse a los descendientes, aún no ha sido determinada. Esta es una de las razones por las cuales un comité de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) planteó una moratoria global de la edición de genes en linaje germinativo humano.

El investigador chino He Jiankui utilizó supuestamente esa técnica para crear los primeros bebés humanos con genes editados. ¿Eso ya traspuso un límite ético?
La edición de genes en células somáticas para el tratamiento de individuos adultos, que pueden dar su consentimiento para que la terapia se realice en su organismo o para que sus hijos sean tratados luego del nacimiento es ética de haber evidencias suficientes acerca de la necesidad clínica y de la eficacia del tratamiento. La supuesta edición de embriones humanos llevada a cabo por He Jiankui en 2018 fue antiética. No se conoce la seguridad de la técnica y los padres habrían sido presionados para dar su consentimiento. Además, la necesidad clínica de ese tratamiento es dudosa.

¿Cómo se podría establecer un uso ético de la técnica?
Eso solo ocurrirá si se logra un consenso amplio y negociado entre los científicos, los gobiernos, los organismos reguladores y los ciudadanos de los países en los cuales se están analizando los ensayos clínicos. Ello exigirá un cambio en la cultura científica, que deberá dejar de lado la “carrera por ser el primero” y adoptar el concepto “slow science”, que se basa en la creencia de que la ciencia debe ser un proceso lento, constante y metódico. Solo así habrá tiempo para determinar los riesgos reales de la edición de genes de linajes de células reproductivas.

¿El uso de la CRISPR para el tratamiento de enfermedades es un camino sin retorno?
Esa técnica ya se está utilizando para tratar enfermedades en seres humanos. No se trata de un escenario hipotético. La edición de genes en células somáticas está funcionando y vino para quedarse. Con el avance de los ensayos clínicos se tornará más segura. Y será más ampliamente aplicable a medida que surjan nuevas técnicas para encauzar el tratamiento en células y tejidos específicos. En lo que concierne a la edición de células reproductivas, con el trabajo de He Jiankui el genio escapó de la botella. La velocidad con la que eso sea replicado en seres humanos es algo con lo cual los países deberán lidiar. El uso de la edición génica para perfeccionar seres humanos es lo más preocupante. Las leyes rigurosas vigentes en países tales como Estados Unidos y Canadá, que prohíben la edición de genes en embriones para la reproducción, no impide que individuos y empresas deshonestas editen embriones humanos y los implanten en mujeres que tendrán hijos en otros países. Para evitarlo, tendremos que considerar la aplicación de multas a las empresas y la cárcel para los involucrados.

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