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Medio Ambiente

Humo en el techo del mundo

Shree Krishna Dhital/Wikimedia Commons

La actividad industrial desarrollada a partir del siglo XVIII dejó registros en uno de los sitios más altos del mundo: la cordillera del Himalaya (arriba), en Asia. Testigos de hielo extraídos en 1997 del glaciar Dasuopu, a 7.200 metros de altura, conservan vestigios de cómo evolucionó la contaminación del aire en los últimos 500 años. Más o menos a partir de 1780, cuando en Europa comenzaron a utilizarse las máquinas de vapor alimentadas con carbón, hubo un aumento importante en la concentración de metales tales como cadmio, cromo, níquel y zinc, que quedaron atrapados en el hielo (PNAS, 25 de febrero). Estos metales son liberados durante la combustión del carbón y habrían sido transportados casi 10 mil kilómetros hasta allí por las corrientes de aire. El incremento en los niveles de zinc también puede ser una señal de la tala y la quema de bosques. A partir del siglo XVIII, se registró una explosión demográfica y se incrementó la necesidad de tierras destinadas a la agricultura. “Lo habitual fue obtener nuevas áreas para plantar quemando bosques”, relató Paolo Gabrielli, de la Universidad del estado de Ohio, en Estados Unidos, uno de los autores del estudio, al periódico Ohio State News.

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