La pandemia ha agravado la crisis económica que vive Brasil, provocando que la tasa de desempleo aumente de un 11,9 % a un 13,5 % entre 2019 y 2020, y se estima que llegará a un 15 % en 2021. A su vez, las muertes por covid-19 agravan las pérdidas de ingresos. Un estudio del Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas (Ibre-FGV), que salió publicado en mayo, basado en datos tomados del Portal de Transparencia del Registro Civil, calculó que en el país, los fallecimientos de casi 430.000 personas de 20 años de edad o más, ocurridos entre marzo de 2020 y mayo de 2021 como consecuencia del nuevo coronavirus, sacarán del circuito económico 10.900 millones de reales de ingresos mensuales en sueldos o pensiones y jubilaciones, el equivalente al 0,4 % del total de ingresos anuales en 2019. Esta cifra surge de la suma de dos grupos: el de las personas con edades comprendidas entre 20 y 69 años, que registró 216.600 defunciones, que corresponden a 5.900 millones de reales de pérdidas de ingresos para las familias; y el de los individuos con edades superiores a los 70 años, con 211.000 muertos y una pérdida de 5.000 millones de reales. Hasta mayo, el estado de São Paulo había sumado el 27,2 % del total de muertes por covid-19 registradas en el país y el de Río de Janeiro, un 11,5 %.
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