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Botánica

Plantas con raíces mineras

La planta Barbacenia macrantha

Rafael de Oliveira/ Unicamp

Diego Nascimento y Grazielle Teodoro Raíces entrañadas en la roca, vistas al microscopioDiego Nascimento y Grazielle Teodoro

Los matorrales de altura de Sierra do Cipó, una región serrana del estado de Minas Gerais, están entre los terrenos menos nutritivos del mundo. Allí crece una diversidad sorprendente de plantas –se estima que un tercio de las especies nativas brasileñas–, frecuentemente sobre rocas. Al analizar esas plantas, investigadores han descubierto maneras creativas que tienen de buscar nutrientes. La novedad ahora viene de dos especies (Barbacenia tomentosa y B. macrantha) de la familia das velloziáceas, la misma a la que pertenecen las canelas-de-ema. Las raíces de B. tomentosa y B. macrantha tienen extremidades repletas de pelos que secretan ácidos capaces de corroer las rocas y liberar fosfatos, compuestos que contienen fósforo, elemento químico necesario para la multiplicación celular y el crecimiento de la planta (Functional Ecology, 9 de marzo). Lentamente, las raíces penetran en las rocas y se entrañan en ellas, absorbiendo fósforo. Esas raíces se ganaron un nombre oficial: raíces vellozioides. La identificación de ese mecanismo requirió el uso de microscopio tradicional y electrónico, además de una serie de técnicas, como la fluorescencia de rayos X y la cromatografía. Coordinado por el biólogo Rafael Oliveira, de la Universidad de Campinas (Unicamp), el estudio muestra una función nueva de las raíces de esas plantas. “Desempeñan un rol en la meteorización de las rocas y en la formación de suelos que hasta entonces no se reconocía”, afirma. “Los geólogos consideran que el agua, el viento y la temperatura cumplen ese papel. Aparentemente las plantas pueden producir efectos más importantes de lo que imaginábamos.”

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