La mariposa amazónica Heliconius elevatus es un híbrido, fruto de una cruza entre H. melpomene y H. pardalinus, surgido hace unos 180.000 años. Es un caso raro, ya que la tendencia en las hibridaciones es la dilución de la nueva composición genética de la prole en las generaciones siguientes, al cruzarse nuevamente con una o ambas poblaciones parentales. A pesar de haber resistido a la dilución completa, el 99 % del material genético de H. elevatus es idéntico al de H. pardalinus y tan solo el 1 % al de H. melpomene. Es precisamente este 1 % el responsable de darles a las alas su patrón visual y el que define su apariencia. Este patrón funciona como un escudo, indicando a las aves predadoras que esta presa tiene un sabor desagradable. “Esto sitúa a H. elevatus en un pico adaptativo único, ha sido lo que permitió la perpetuación de la especie”, explica el biólogo André Freitas, de la Universidad de Campinas (Unicamp). Los datos son fruto de una expedición a la Amazonia que recorrió unos 900 kilómetros en tres meses, de norte a sur, a lo largo de la carretera que une Manaos con Boa Vista (Nature, 17 de abril)
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