El 26 de septiembre, a las 20:14, hora de Brasilia, una sonda espacial de un tamaño algo mayor que una heladera, colisionó intencionalmente con Dimorphos, una luna de tan solo 160 metros de diámetro que orbita al asteroide Didymos. El choque, que se produjo a 11 millones de kilómetros de la Tierra, tenía por objetivo alterar ligeramente la órbita de Dimorphos. La misión Dart (Prueba de Redireccionamiento del Asteroide Doble, por sus siglas en inglés), planificada por la Nasa, fue una especie de ensayo ante una situación potencialmente catastrófica en la cual un objeto espacial de esa categoría entre en curso de colisión con la Tierra. El 11 de octubre, la Nasa confirmó el éxito de la operación, que fue mayor que el esperado. El choque empujó levemente a Dimorphos hacia el asteroide mayor, alterando su órbita de alrededor de 12 horas en torno a Didymos. Para la Nasa, un cambio de 73 segundos en esa órbita ya representaría un éxito. Tras el impacto, la órbita pasó a durar 32 minutos menos.
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