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Necrológicas

Gestor de la ciencia

Marco Antonio Raupp dirigió importantes instituciones de investigación en Brasil y ayudó a consolidarlas

Raupp cuando era ministro de Ciencia y Tecnología, en 2012

Zé Luiz Cavalcanti /MCTI

El matemático Marco Antonio Raupp falleció el 24 de julio, a la edad de 83 años, en São José dos Campos (São Paulo), debido a una insuficiencia respiratoria aguda, derivada, según sus familiares, de un tumor cerebral. A Raupp, quien fue ministro de Ciencia y Tecnología (MCT, actualmente MCTI) entre 2012 y 2014, se lo recuerda por su capacidad de gestión y por haber formulado políticas públicas en el ámbito de la ciencia, la tecnología y la innovación (CT&I). “Le interesaba pensar en los problemas de la CT&I en Brasil y diseñar soluciones innovadoras para poder consolidarla”, resalta la bioquímica Helena Nader, docente de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) y vicepresidenta en la época en que el matemático presidió la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC), entre 2007 y 2011. “La CT&I brasileña le debe mucho. Su desempeño al frente de instituciones como la SBPC y muchas otras a lo largo de su carrera fue fundamental para robustecer el sistema nacional de investigación e innovación”.

Raupp había nacido en Cachoeira do Sul, estado de Rio Grande do Sul, en julio de 1938. Obtuvo el título de grado en física en la Universidade Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS) y el doctorado en matemática en la Universidad de Chicago (Estados Unidos), en 1971. Inició su carrera académica como docente en la Universidad de Brasilia (UnB). A finales de 1985 asumió la dirección del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe). Durante su gestión al frente de ese organismo, creó el Centro de Pronósticos del Tiempo y Estudios Climáticos y el Laboratorio de Integración de Pruebas (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 306).

“Fue uno de los responsables principales de la articulación de un acuerdo de cooperación entre el Inpe y la Academia China de Tecnología Espacial”, relata el ingeniero mecánico Petrônio Noronha de Souza, tecnólogo del Inpe y exdirector de Política Espacial e Inversiones Estratégicas de la Agencia Espacial Brasileña (AEB). El convenio se plasmó en el Programa Sino-Brasileño de Satélites de Recursos Terrestres (CBERS), que resultó en el desarrollo, a partir del decenio de 1980, de seis satélites de teledetección, logro por el cual Raupp fue condecorado con el título de Comendador de la Orden de Rio Branco, concedido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.

El matemático se alejó del Inpe en 1989, tras surgir desavenencias con respecto del Satélite de Recolección de Datos 1 (SCD-1) que sería puesto en órbita cuatro años después. En 1990 asumió como director del recientemente creado Instituto Politécnico de Río de Janeiro, de la Universidad del estado de Río de Janeiro (Uerj). Regresó a São Paulo en 1994, luego de obtener el título de libre docente en la Universidad de São Paulo (USP), en la cual se desempeñó como profesor asociado en el Instituto de Matemática y Estadística. En 2001, asumió la dirección del Laboratorio Nacional de Computación Científica (LNCC). “Había sido uno de los responsables de la creación del LNCC en la década de 1980 y de la institucionalización en Brasil de la matemática aplicada”, comenta Ana Tereza de Vasconcelos, investigadora del Laboratorio de Bioinformática del LNCC. “Como director de la institución, se empeñó en reunir investigadores de diversas ramas de la física y la matemática en torno de la investigación aplicada”.

Raupp se destacó como promotor de la idea de acercar al sector productivo a la actividad académica en Brasil

También se destacó como partidario de la idea de acercar al sector productivo y la actividad académica y fue uno de los creadores del Parque Tecnológico São José dos Campos (PqTec), del cual fue director general entre 2006 y 2011, interviniendo en forma decisiva para la implementación de proyectos innovadores. “Pese a su intenso trabajo en la esfera pública, Raupp siempre tuvo en cuenta las necesidades del sector privado y, principalmente, la importancia de acercarlo a las instituciones de enseñanza e investigación”, desliza Souza. Raupp asumió la presidencia de la SBPC en la misma época en que era director del PqTec. “Políticamente era muy hábil y siempre logró mantener el nivel estratégico en algunas de las principales instituciones de investigación del país, desempeñándose como un gran emprendedor público”.

El neurocientífico Luiz Eugênio Mello, director científico de la FAPESP, fue testigo de la capacidad de articulación de Raupp. “Lo considero, junto con otros colegas, uno de los responsables de la creación del campus de la Unifesp en São José dos Campos. Fuimos juntos al Ministerio de Educación y, gracias también al respaldo de Raupp, por entonces al frente del PqTec, salimos de una reunión que mantuvimos con quien entonces era el director de la Sesu [Secretaría de Educación Superior], Nelson Maculan, con las primeras ocho vacantes docentes aprobadas”, recuerda Mello, quien cuando se creó ese campus era prorrector de Grado de la Unifesp. “Él se transformaba naturalmente en un líder en toda institución en que trabajaba, quizá porque lograba contagiar a sus pares el anhelo de convertir a Brasil en un polo de CT&I”, recuerda Vasconcelos. “Pensaba mucho en el futuro de las instituciones, siempre estaba preocupado por mejorarlas”.

En 2011, Raupp dejó la SBPC para asumir como presidente de la AEB, institución a la cual llevó su experiencia en materia de política y tecnología del espacio. También fue miembro del Consejo Administrativo de Alcântara Cyclone Space, una empresa pública binacional, brasileña y ucraniana, creada en 2006 y extinta en 2018. En 2011 fue invitado por la entonces presidenta Dilma Rousseff para asumir como ministro de Ciencia y Tecnología en reemplazo de Aloizio Mercadante. Según Ana Tereza de Vasconcelos, “era una cuestión de tiempo hasta que fuera designado como ministro”. Durante el lapso en el que estuvo al frente del ministerio, Raupp se entregó de lleno a la formulación de compromisos para promover el desarrollo de la CT&I en las empresas. Un ejemplo de ello fue la creación de estatal Empresa Brasileña de Investigación e Innovación Industrial (Embrapii).

También participó en las articulaciones para la puesta en órbita del Satélite Geoestacionario de Defensa y Comunicaciones Estratégicas, que proporcionó acceso a internet de banda ancha en zonas remotas del país y ayudó a garantizar comunicaciones más seguras para el gobierno federal. “Él se movía como pocos pueden hacerlo en el ambiente del Congreso de la Nación, promoviendo un diálogo directo y transparente con los legisladores a la hora de votar el presupuesto, transmitiéndoles la importancia del área para el país”, añade Luiz Elias, secretario ejecutivo del ministerio en la etapa en que Raupp estuvo al frente de la cartera.

“Raupp ha sido una figura omnipresente en el ámbito de la ciencia, la tecnología y la innovación en Brasil durante los últimos 35 años”, dijo Marco Antonio Zago, presidente de la FAPESP. “En las diversas instituciones que dirigió, su actuación siempre se enfocó en la búsqueda de soluciones a los grandes problemas. Como director del Inpe, consolidó nuestra autonomía en la fabricación y la prueba de satélites y fue el gran líder de la creación del PqTec, una organización modelo de su tipo en el país”.

Raupp deja a su esposa, Elisabeth Alves Mendonça, siete hijos (y una hija ya fallecida) y 13 nietos.

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