Las señales eléctricas que emiten las neuronas constituyen la base del lenguaje del sistema nervioso en los animales. Sin embargo, muchos seres vivos sin sistema nervioso también producen estas mismas señales, entre ellos los hongos. Se han detectado impulsos eléctricos a lo largo de los filamentos (hifas) de estos organismos. El científico de la computación Andrew Adamatzky, del Laboratorio de Computación No Convencional de la Universidad del Oeste de Inglaterra, en Bristol, estima que estas secuencias de señales eléctricas podrían servirles a los hongos para concretar la comunicación entre sus partes o con otros organismos. Con la ayuda de electrodos, midió en laboratorio la frecuencia y la duración de las secuencias de los impulsos eléctricos en cuatro especies de hongos: Omphalotus nidiformis, Flammulina vlutipes, Schizophyllum commune y Cordyceps militaris. En el supuesto de que les servirían para comunicarse, comparó la duración de las señales eléctricas con la de los fonemas de la lengua inglesa. El análisis de las señales reveló patrones de una notable similitud estructural con la del lenguaje humano. Se agrupan en secuencias similares a un vocabulario de hasta 50 palabras, cada una con una extensión similar a la de los vocablos de algunos idiomas (Royal Society Open Science, 6 de abril). En declaraciones al periódico The Independent, Adamatzky dijo que no se sabe si los patrones de impulsos constituyen realmente una forma de comunicación o un efecto del crecimiento de los hongos. En estudios previos, había observado cambios en la actividad eléctrica cuando sometía a los hongos a estímulos ópticos, eléctricos o químicos.
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