Imprimir Republish

PREMIO NOBEL

La cosecha de 2022

Doce personas y dos instituciones fueron galardonadas este año

Pääbo sosteniendo una réplica del cráneo de un neandertal

Wikimedia Commons

Octubre comenzó con el anuncio de los ganadores del Premio Nobel, uno de los galardones más prestigiosos de la ciencia. Como ha venido ocurriendo desde 1901, los varones siguen siendo mayoría absoluta entre los premiados. En 2022, el premio fue concedido a doce personas y a dos organizaciones. Entre ellas, solo hubo dos mujeres: la química estadounidense Carolyn Bertozzi y la escritora francesa Annie Ernaux. El químico sueco Alfred Nobel (1833-1896), inventor de la dinamita, legó la mayor parte de su fortuna para la institución del premio en cinco categorías: Física, Química, Literatura, Paz y Medicina o Fisiología. En 1968, el Banco Central de Suecia creó el premio de Ciencias Económicas. Los premios de las seis categorías han sido entregados 989 veces a 954 personas y 27 organizaciones. Solo cinco individuos lo han recibido en más de una ocasión. Uno de ellos es el químico estadounidense Karl Barry Sharpless, que resultó agraciado este año. El premio en cada área es de 10 millones de coronas suecas.

Medicina o fisiología
El Premio Nobel de Medicina o Fisiología de este año fue anunciado el 3 de octubre y adjudicado al genetista sueco Svante Pääbo, de 67 años, director del Departamento de Genética del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania), y profesor del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (Japón). El galardón le fue concedido por haber desarrollado estrategias para extraer y secuenciar el material genético (ADN) de especies humanas arcaicas y por sus descubrimientos sobre la evolución humana.

El trabajo de Pääbo hizo posible analizar el material genético de los neandertales (Homo neanderthalensis), un pariente cercano de los humanos modernos (Homo sapiens) extinto hace alrededor de 30.000 años. Incluso permitió identificar una nueva especie de homínidos, también extinta y, por ahora, sin un nombre científico definido: la de los denisovanos. Al reconstruir y examinar la información genética de estas especies, Pääbo ayudó al afianzamiento de la paleogenómica, un nuevo campo de la ciencia que está haciendo posible saber cómo interactuaron y se dispersaron por el mundo las tres especies que legaron ciertos genes a los seres humanos modernos.

Hijo de padres científicos, Pääbo nació en 1955 fruto de una relación extraconyugal. Su madre, la estonia Karin Pääbo (1925-2007), era química y ayudante de laboratorio de su padre, el bioquímico Karl Sune Bergström (1916-2004), Premio Nobel de Medicina o Fisiología en 1982.

Los datos del grupo de Pääbo abonan la idea de que neandertales y humanos pertenecen a especies distintas

El genetista sueco comenzó a desarrollar los métodos para el estudio del ADN antiguo en una pasantía posdoctoral en la Universidad de California en Berkeley (EE. UU.). En algunos de sus primeros trabajos, Pääbo recuperó y analizó material genético de momias egipcias milenarias. Sin embargo, evaluaciones posteriores suyas comprobaron que parte de las muestras estaban contaminadas con ADN moderno, lo que lo llevó a retractar los artículos.

El revés no lo desanimó. En 1997, empezaron a aparecer los resultados que marcarían un giro en el área. En un artículo publicado en la revista Cell, Pääbo presentó los datos de la secuenciación de una pequeña porción de material genético –el ADN mitocondrial, hallado en estructuras periféricas de las células– del esqueleto de un neandertal hallado en 1856 en Alemania. El análisis abonaba la hipótesis de que los neandertales formaban parte de una especie diferente a la humana actual.

Una década después, aproximadamente, una vez que se perfeccionaron las técnicas, el grupo de Pääbo presentó en la revista Science, en 2010, el genoma casi completo del Homo neanderthalensis. Ese mismo año, en un artículo publicado en la revista Nature, él y sus colaboradores describieron lo que aparentemente es una nueva especie de homínido arcaico: la de los denisovanos. El material genético extraído del fragmento de un hueso de la mano hallado en las cuevas de Denísova, en el sudoeste de Siberia, indicaba que ese individuo, que vivió hace entre 48.000 y 30.000 años, pertenecía a una especie desconocida del género Homo.

Merced a las investigaciones del equipo del Max Planck, ahora se sabe que las tres especies coexistieron durante decenas de miles de años e incluso se cruzaron entre sí; por este motivo, los pueblos nativos de Europa, Asia y América poseen de un 1 % a un 4 % de ADN neandertal, mientras que los de Asia oriental tienen hasta un 6 % de material genético de origen denisovano.

Física
El Nobel de Física fue compartido por tres investigadores: el estadounidense John Clauser, de 79 años, quien ahora trabaja en su propia empresa; el francés Alain Aspect, de 75, de la Universidad París-Saclay y de la Escuela Politécnica, y el austríaco Anton Zeilinger, de 77, de la Universidad de Viena. Los trabajos coordinados por estos tres físicos a partir de la década de 1970 sentaron las bases experimentales que posibilitaron la comprensión y, hasta cierto punto, el control de una de las propiedades más sorprendentes de la mecánica cuántica: los estados entrelazados (o enmarañados) de las partículas.

El entrelazamiento de partículas es un efecto contraintuitivo para quienes viven en el mundo de la física clásica. Pero sirve como base para el desarrollo de nuevas tecnologías de almacenamiento, procesamiento y transmisión de la información, tales como redes, computadoras y criptografía cuánticas. El entrelazamiento, al que el físico alemán Albert Einstein (1879-1955) denominaba “acción fantasmal a distancia”, hace que dos o más partículas existan en una especie de estado compartido: lo que le ocurre con una de ellas determina lo que le sucede con la otra, aunque se encuentren separadas por distancias enormes.

The Royal Society / Wikimedia Commons | Wikimedia Commons | Jaqueline Godany / Wikimedia CommonsDe izquierda a derecha: Aspect, Clauser y ZeilingerThe Royal Society / Wikimedia Commons | Wikimedia Commons | Jaqueline Godany / Wikimedia Commons

Sin embargo, este sistema tiene una limitación. No es posible determinar las propiedades de cada partícula entrelazada, solamente las del sistema en su conjunto. A veces, los físicos comparan un par de partículas enmarañadas con un sistema de dos dados entrelazados. Al hallarse correlacionados, cuando los dados se lanzan dan siempre el mismo resultado: la suma de sus valores es, por ejemplo, ocho. Por consiguiente, el resultado del sistema se conoce de antemano, pero la combinación numérica (seis y dos o cinco y tres) que condujo al mismo se ignora. Como los dados están entrelazados, cuando se determina el valor de uno, automáticamente se descubre el del otro.

La explicación de la existencia del entrelazamiento constituyó durante mucho tiempo un reto para la mecánica cuántica, la teoría física que describe el comportamiento de la luz y la materia a nivel atómico. Una posibilidad era que las partículas entrelazadas tuvieran variables locales ocultas (instrucciones no visibles para el observador que inducían un resultado determinado en los experimentos). En ese caso, el valor de las partículas ya estaría predeterminado, solo que sería desconocido.

En la década de 1960, el físico teórico norirlandés John Bell (1928-1990) desarrolló un modelo matemático que pasaría a conocerse como desigualdad o teorema de Bell. Sus postulados afirmaban que, si hubiera variables ocultas, la correlación exhibida por las partículas nunca podría exceder cierto valor al realizarse un número elevado de experimentos. Sin embargo, las previsiones de la mecánica cuántica indicaban que algunos experimentos infringirían la desigualdad de Bell, pues exhibirían una correlación tan fuerte que solo podría explicarse por un efecto de entrelazamiento.

En 1972, Clauser demostró la violación de la desigualdad de Bell en un sistema con formado por dos fotones enmarañados. Posteriormente, Aspect perfeccionó este sistema. En 1997, Zeilinger logró una proeza: realizó la primera experiencia de teletransportación cuántica, en la que las propiedades de una partícula que formaba parte de un par originalmente entrelazado fueron transferidas a una tercera partícula.

Química
Dos estadounidenses y un danés compartieron el Nobel de Química por haber desarrollado técnicas que permiten unir moléculas con rapidez y eficiencia. Karl Barry Sharpless, de 81 años, del Instituto de Investigación Scripps, en La Jolla (EE. UU.), y Morten Peter Meldal, de 68, de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, sentaron en 2001 las bases de la llamada química clic, una técnica mediante la cual, al interactuar, las moléculas se unen con rapidez y eficiencia, como las piezas de un Lego, que emiten un chasquido (clic) al encajarse. Carolyn Ruth Bertozzi, de 55 años, de la Universidad Stanford, también en Estados Unidos, fue la creadora, en 2004, de la denominada química bioortogonal, que adapta los principios del clic para para promover reacciones químicas con moléculas específicas de los seres vivos. Estas reacciones permitieron rastrear las células y el movimiento de biomoléculas esenciales para la vida y se utilizan para mejorar la eficacia de los medicamentos contra el cáncer, las inflamaciones y enfermedades virales como el covid-19.

Armin Kübelbeck, CC-BY-SA, Wikimedia Commons | Universidade de Copenhague / Wikimedia Commons | Bengt Oberger / Wikimedia CommonsAl lado, Bertozzi, Meldal y Sharpless, ganadores del Nobel de QuímicaArmin Kübelbeck, CC-BY-SA, Wikimedia Commons | Universidade de Copenhague / Wikimedia Commons | Bengt Oberger / Wikimedia Commons

En 2001, Sharpless ya había recibido el Nobel de Química por haber creado las formas de preparar las llamadas moléculas quirales. Estas moléculas poseen una composición química idéntica pero estructura especular, y pueden generar efectos diferentes unas de otras en el interior de las células. Es el quinto científico que ha sido laureado en dos oportunidades desde que se instituyó el Premio Nobel, en 1901, y el segundo galardonado dos veces en química. En 2001, Sharpless también introdujo el concepto de química clic para designar a las reacciones que ocurren rápidamente y evitan la producción de subproductos no deseados.

Los ganadores en el área de química crearon técnicas para unir moléculas rápidamente

En 2001 y 2002, Meldal y Sharpless definieron, cada uno independientemente, la reacción conocida como cicloadición de azidas y alquinos catalizada por cobre, la esencia de la química clic. En ella intervienen dos familias de compuestos: los alquinos, como el gas acetileno, formados por carbonos con triple enlace químico entre sí, y las azidas, constituidas por tres átomos de nitrógeno unidos por un enlace triple. Bertozzi reemplazó el cobre por alquinos formados por ocho átomos de carbono para evitar dañar las células.

Literatura
A los 82 años, la escritora francesa Annie Ernaux ha sido elegida para recibir el Premio Nobel de Literatura 2022 por su “valentía y agudeza clínica para develar las raíces, los distanciamientos y las limitaciones colectivas de la memoria personal” y por reflexionar al respecto de “una vida signada por profundas disparidades de género, lenguaje y clase”, según un comunicado de la Real Academia Sueca de Ciencias. Docente universitaria jubilada de literatura, ella es la 17ª mujer (y la primera de su país) que obtiene este galardón.

Catherine Hélie GallimardErnaux, premiada en la categoría de Literatura, tiene obras que han sido publicadas en BrasilCatherine Hélie Gallimard

Ha escrito una veintena de libros, cuatro de ellos publicados en Brasil por Fósforo Editora. Nació en 1940 en Lillebonne, estudió en la Universidad de Ruan y fue profesora de literatura en el Centro Nacional de Enseñanza por Correspondencia (CNED) durante más de 30 años. Con libros considerados como “clásicos modernos” en su país, en 2017 obtuvo el premio Marguerite Yourcenar por el conjunto de su obra. Su primer trabajo, la novela Les armoires vides [Los armarios vacíos] –que no ha sido traducida en Brasil–, fue publicada en 1974, pero la autora se hizo conocida a partir de 2008, con Les années [Los años] (Éditions Gallimard). En esta obra autobiográfica, relata episodios de su vida entrelazados con momentos históricos del siglo XX, como la efervescencia social de mayo de 1968, marcada por las protestas estudiantiles. En L’événement [El acontecimiento], (en Brasil, O acontecimento, Fósforo, 2022), la escritora describe el calvario que padeció para realizarse un aborto en 1963, cuando el procedimiento estaba prohibido en Francia. En La place [El lugar], (O lugar, Fósforo, 2021), habla de sus años de formación y del vínculo conflictivo con sus padres, provenientes de una familia humilde, obrera y campesina; y en La honte [La vergüenza], (A vergonha, Fósforo, 2022), narra un intento de asesinato de su madre por su padre, cuando ella tenía 12 años.

Economía
Tres estadounidenses fueron laureados con el Premio Nobel de Economía 2022 por sus aportes a la comprensión del funcionamiento del sistema bancario y de su rol en las crisis financieras. Ellos son: Ben Bernanke, de 68 años, quien fue presidente de la Reserva Federal (Fed) –el Banco Central de Estados Unidos– durante la crisis financiera global posterior a la quiebra del banco Lehmann Brothers en 2008; Douglas Diamond, también de 68, docente en la Universidad de Chicago, y Philip Dybvig, de 67, de la Universidad de Washington. “Los galardonados han sentado las bases de nuestra comprensión moderna de por qué son necesarios los bancos, como así también por qué son vulnerables y qué puede hacerse al respecto”, explicó John Hassler, del Instituto de Estudios Económicos Internacionales de la Universidad de Estocolmo, quien integra el comité del premio.

Medill DC / Wikimedia Commons | The University of Chicago | Washington University in St. LouisBernanke, Diamond y Dybvig, galardonados con el Nobel de EconomíaMedill DC / Wikimedia Commons | The University of Chicago | Washington University in St. Louis

Las contribuciones premiadas con el Nobel fueron publicadas hace casi cuatro décadas. En 1983, Bernanke escribió un artículo, innovador para su época, en el cual explicaba cómo el colapso de los bancos puede propagar y amplificar las crisis financieras, en lugar de ser tan solo el resultado de ellas. Diamond y Dybvig redactaron, también en 1983, un artículo publicado en la revista Journal of Political Economy, en el que formularon modelos teóricos sobre el funcionamiento y las vulnerabilidades del sistema bancario.

Paz
En el año en que Europa se ha visto envuelta en el mayor conflicto bélico dentro de sus fronteras desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) –la invasión de Ucrania por Rusia–, la Real Academia Sueca de Ciencias premió con el Nobel de la Paz a un activista y a dos entidades de ese continente que trabajan en la defensa de los derechos humanos: el bielorruso Ales Bialiatski, de 60 años, y las organizaciones Memorial, de Rusia, y Center for Civil Liberties, de Ucrania.

Michał Józefaciuk / Wikimedia Commons | Tomasz Molina / Wikimedia Commons | Okunev / Cortesia Center of Civil LibertiesBialiatski junto a integrantes de las organizaciones Memorial y Center for Civil LibertiesMichał Józefaciuk / Wikimedia Commons | Tomasz Molina / Wikimedia Commons | Okunev / Cortesia Center of Civil Liberties

En su país, una autocracia gobernada desde hace 28 años por Alexander Lukashenko, Bialiatski es un activo defensor de los derechos humanos. En los años 1980 se convirtió en uno de los líderes del movimiento por la democracia en Bielorrusia y, en 1996, fundó Viasna (Primavera), la más destacada organización bielorrusa de defensa de los derechos humanos. Tras las protestas que se suscitaron en 2020 contra el régimen, fue detenido y aún sigue encarcelado sin juicio.

El Nobel de la paz ha exaltado los esfuerzos por documentar los crímenes de guerra y las violaciones de los derechos humanos

En Moscú, la organización Memorial nació al finalizar el régimen comunista. Tras el colapso de la Unión Soviética, en 1991, la entidad creó un centro de documentación sobre los horrores vividos por la población bajo el liderazgo de Iósif Stalin (1878-1953) y, en los últimos años ha recopilado información sobre la opresión política y las violaciones de los derechos humanos en el país. El tercer premiado fue la organización ucraniana Center for Civil Liberties, fundada en 2007. Desde la invasión rusa de este año, la entidad ha venido identificando y documentando crímenes de guerra cometidos por las fuerzas rusas.

Republicar